La empresa anunció la adquisición de 20 mil hectáreas en Mendoza.
La canadiense Blue Sky adquirió 20 mil hectáreas en la ciudad mendocina de Malargüe con posibilidades de descubrir yacimientos de uranio. De esta manera, la empresa se adjudicó el proyecto Corcova. Se trata de una iniciativa avalada por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), quien identificó el potencial de exploración de uranio en la zona.
El acuerdo de opción de Corcovo incluye el derecho a adquirir una participación del 100% en la zona correspondiente a Mendoza. Además, Blue Sky adquirió el proyecto neuquino Chihuidos, que está compuesto por seis unidades de propiedad de exploración que suman casi 60 mil hectáreas.
La compañía, que recientemente recibió una inversión del empresario argentino Eduardo Eurnekian a través de una empresa de Corporación América, reveló que estas adquisiciones representan una iniciativa estratégica para ampliar sus «perspectivas de mediano y largo plazo» para el descubrimiento de «recursos minerales de uranio» adicionales.
Según el portal Minería y Desarrollo: «Con estas nuevas adquisiciones estratégicas, la compañía refuerza su posición como actor clave en la exploración de uranio en Argentina. Ahora controla más de 480.000 hectáreas con potencial para recursos de uranio en las provincias de Río Negro, Chubut, Neuquén y Mendoza».
«Es hora de que busquemos ampliar nuestra cartera de proyectos a más largo plazo, particularmente con el fuerte apoyo que estamos viendo para el mercado del uranio», manifestó el presidente y director ejecutivo de Blue Sky, Nikolaos Cacos.
A su vez, resaltó: «Tanto Corcovo como Chihuidos nos brindan excelentes perspectivas para identificar recursos de uranio susceptibles de recuperación in situ (ISR) y esperamos repetir el éxito de exploración que hemos tenido en Amarillo Grande».