El Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear de la ciudad boliviana de El Alto comenzará a operar el segundo semestre de 2019, según confirmó el viceministro de Electricidad y Energías Alternativas de Bolivia, Joaquín Rodríguez.
En este sentido, el funcionario boliviano explicó que los estudios preliminares para la construcción del centro concluirán en marzo del año próximo, y destacó que se trata de una obra bastante importante, que debe cumplir con la exigente normativa establecida por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
El viceministro señaló, además, que una de las prioridades del Gobierno es la formación de cuadros profesionales no sólo para que trabajen en el Centro Nuclear de El Alto sino también en la Agencia Boliviana de Energía Nuclear. Para ello, las autoridades bolivianas y rusas firmaron un paquete de acuerdos para impulsar el programa nuclear boliviano que tendrá la asistencia directa de la compañía rusa Rosatom.
«El éxito de este proyecto radica en la sostenibilidad a largo plazo que pasa por la formación de profesionales en distintas áreas», declaró Rodríguez. «Estamos trabajando de manera conjunta con Rosatom, los tiempos son bastante cortos y se está poniendo especial esfuerzo en contar con un equipo de profesionales bolivianos que se irán formando en universidades de Rusia, pero también de Bolivia», sostuvo.
Desde marzo que se firmaron los primeros acuerdos, han llegado a Bolivia al menos cuatro misiones de Rosatom para evaluar el avance del contrato de construcción del Centro Nuclear en El Alto y para desarrollar actividades información y difusión del programa nuclear.
El Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear –que será el más grande de Sudamérica y demandará una inversión de 300 millones de dólares– será construido en un área de 15 hectáreas y contará con un ciclotrón que producirá radioisótopos para el diagnóstico del cáncer; un reactor de investigación y un equipo de irradiación gamma para reducir la carga microbiana en los alimentos.