CNEA irriga asistencia hacia Mendoza

La firma de un convenio entre la CNEA y el Departamento General de Irrigación (DGI) de Mendoza, permitirá brindar asistencia técnica y operativa para implementar los planes de cegado mendocinos y en la ejecución de estudios isotópicos en las distintas cuencas de la provincia.

La CNEA, a través de su Regional Cuyo, cuenta con equipamiento y personal capacitado para realizar un trabajo en conjunto con el DGI, y de esta manera agilizar los procesos de implementación de los planes de cegado en toda la provincia, reduciendo los costos y tiempos necesarios para su ejecución. El segundo eje del convenio consiste en fomentar el uso de técnicas de hidrología isotópica en la gestión del agua subterránea que lleva a cabo el DGI. Esto permitirá emplear los isótopos presentes en el agua para caracterización el origen de las aguas de una cuenca y su destino y edad o tiempo de tránsito por la misma. Así se contribuye a evaluar la disponibilidad, calidad y vulnerabilidad del recurso, entre otros aspectos.

Los trazadores isotópicos son poderosas herramientas para la caracterización de los sistemas de agua superficial y subterránea en una cuenca. En particular, son utilizados para estudiar tres grandes áreas de interés hidrogeológico: el área de recarga, las interacciones de agua superficial y subterránea y su dinámica.

Estas técnicas contribuirán a la revisión de información hidrogeológica de las cuencas provinciales altamente conocidas y con gran cantidad de datos disponibles (históricos y actuales), a la vez que para la realización de líneas de base hidroquímica e isotópicas en áreas poco conocidas y explotadas.

Sobre el Plan de Cegado en la Provincia de Mendoza

El Plan de Cegado se enfoca en la protección de las aguas subterráneas a partir de perforaciones que se han declarado caducas por falta de uso. Desde el punto de vista ambiental las perforaciones abandonadas son potenciales fuentes de contaminación para los acuíferos subterráneos, debido a la intrusión salina del nivel freático de mayor conductividad, hacia los niveles inferiores de menor conductividad. Existe una gran cantidad de perforaciones en la provincia fuera de uso desde hace muchos años y que estarían en condiciones de ser cegadas. Muchas de ellas se encuentran en propiedades que están abandonadas.

Se estima, en líneas generales, que hay más de 9.000 perforaciones que figuran de “alta registral” en el registro del DGI y que no están en funcionamiento, esto es aproximadamente el 50% del padrón.

Fuente: CNEA