Científicos de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) confirmaron el hallazgo del bosón de Higgs, también conocida como la «partícula divina», una pieza clave para entender los orígenes del Universo.
En julio del año pasado, más de 2.000 científicos del CERN habían mostrado las evidencias preliminares de la existencia de la partícula, que fue predicha inicialmente por el físico escocés Peter Higgs en 1964.
La famosa partícula no se puede observar en la naturaleza, sino que es necesario producir experimentos con mucha energía para detectarla. Justamente para ello se construyó el colisionador de hadrones más grande del mundo, denominado LHC, aunque más popularmente conocido como “la máquina de Dios”.
Este instrumento está ubicado en las instalaciones del CERN, en la frontera entre Suiza y Francia, y empezó a funcionar en 2008, con algunas intermitencias. Desde entonces se hacen mediciones y registros de colisiones que permitieron confirmar recientemente la existencia del bosón.