Investigadores del Instituto de Robótica de la Universidad Carnegie Mellon (Pittsburgh, Estados Unidos) crearon un robot serpiente modular y multiarticulado que podría convertirse en una valiosa herramienta de inspección en áreas de las centrales nucleares que de otro modo serían inaccesibles.
El dispositivo ya fue probado en un reactor nuclear de Austria, donde demostró que es capaz de reptar y deslizarse a través de una variedad de tuberías de vapor y recipientes de conexión, además de maniobrar en curvas. También logró escalar una cuerda de acero de una pulgada.
El robot serpiente tiene 37 centímetros de largo y su cuerpo se compone de 16 módulos, cada uno con dos medias articulaciones que conectan con las correspondientes medias juntas en módulos adyacentes. Posee, también, una cámara de video y luz de LED en su cabeza, lo que permite mirar en los agujeros y obtener múltiples vistas de elementos en el interior de las tuberías.
«Nuestro robot puede ir a lugares donde la gente no puede, sobre todo en las zonas de las centrales que están contaminadas radiactivamente”, dijo el profesor de Robótica Howie Choset. «Puede ir hacia arriba y alrededor de varias curvas, algo que no se puede hacer con un endoscopio convencional.»
De acuerdo con el ingeniero Martin Fries, quien participó de las pruebas, «un robot de este tipo podría ofrecer a los operadores una comprensión más completa de la condición de una planta y, tal vez, reducir el tiempo de inactividad de la planta, permitiendo inspecciones más rápidas y eficientes.»
Anteriormente, el robot serpiente había sido probado en entornos de búsqueda y rescate urbano en el que se arrastra a través de los escombros de los edificios derrumbados, en las excavaciones arqueológicas y en las plantas convencionales de combustibles fósiles.