Debate sobre Protocolo Adicional de Salvaguardias en el CAC

Con el objetivo de analizar las consecuencias políticas, técnicas y diplomáticas que podría tener para nuestro país la firma del Protocolo Adicional de Salvaguardias, se realizó en el Centro Atómico Constituyentes una charla debate organizada por la Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear (APCNEAN).

El Protocolo Adicional –que ya pusieron en vigor 127 países y otros 19 lo firmaron- es promovido por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para reforzar el sistema de salvaguardias mediante el suministro de información adicional sobre las instalaciones y actividades relacionadas con el ciclo de combustible nuclear, incluyendo aquellas en las que no se utiliza material nuclear (investigación, fabricación de equipos, universidades, industrias de tecnologías asociadas, etc.).

De esta forma, el protocolo refuerza los derechos de acceso de los inspectores del OIEA a cualquier lugar dentro de los emplazamientos nucleares y aquellos lugares en los que se desarrollan actividades sujetas a declaración. El nuevo modelo de salvaguardias pretende asegurar ausencia de materiales o actividades no declaradas, cuyo ámbito de aplicación es el país en su conjunto.

El fin último de los sistemas de salvaguardias es evitar la proliferación de armas nucleares, compartido también por el Tratado de No Proliferación (TNP). En este contexto, Argentina y Brasil, a través de la Agencia Brasileño Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC), lograron establecer con éxito un sistema de control mutuo en igualdad de condiciones que no compromete los desarrollos tecnológicos de ambos países.

En el marco del debate, el primero en tomar la palabra fue Roberto Ornstein, Investigador Consulto CNEA, quien destacó las implicancias que podría tener la adhesión de este protocolo en términos políticos internacionales y tecnológicos. Concretamente, explico que “el Grupo de Países Proveedores Nucleares (NSG), del que Argentina es parte, exige la firma de este protocolo como una condición. O sea, ningún país que no aceptara el protocolo adicional era legible para vender o comprar tecnología de punta. Pero el NSG, luego de largas gestiones, aceptó como equivalente al Protocolo Adicional y al sistema ABACC”.

En coincidencia, el sociólogo Juan Tokatlian, destacó la importancia de la ABACC en el plano internacional: “Nosotros, junto con Brasil, somos una garantía de que esta es una zona de paz, somos garantía de una América Latina libre de armas nucleares”. Y agregó: “Es funcional a los intereses de la región que la ABACC continúe; que el acuerdo cuatripartito entre Argentina, Brasil, la OIEA y el ABACC continúen”.

Finalmente, disertó Antonio Oliviera, quien se desempeñó como Presidente de la ARN (2000-2001) y como Secretario de la Agencia Brasileño Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (2006-2015). El especialista apuntó que la ABACC trabaja con un sistema basado en la confianza, según lo declarado por los países sobre las instalaciones y los materiales nucleares.

En este sentido, Olivera aseguró que ni Argentina ni Brasil necesitan de un protocolo adicional para garantizar el sistema de salvaguardias. Además añadió que en sus 25 años, la ABACC ha cumplido con sus tareas de inspecciones –actualmente, cuenta con más de 80 inspectores, mitad argentinos y mitad brasileños- por lo que “existe confianza internacional en el sistema ABACC”.