El curso virtual que lleva adelante la CNEA -en conjunto con el Instituto Nacional de Formación Docente (INFoD)- ya entregó herramientas conceptuales y pedagógicas a más de 1100 profesores del nivel Secundario.
Luego de dos cuatrimestres, el curso virtual “Aplicaciones de la tecnología nuclear en la vida cotidiana” desarrollado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), lleva capacitados 1137 docentes secundarios de todo el país. La iniciativa comenzó el año pasado como parte de la oferta de formación para educadores del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación.
La capacitación brinda a los docentes la posibilidad de recibir una certificación con puntaje, junto con herramientas pedagógicas y recursos didácticos para trabajar en el aula diferentes temas sobre tecnología nuclear con los estudiantes.
El curso inicia con el repaso de conceptos básicos como las distintas fuentes de generación de energía y la conformación de la matriz energética; las definiciones de átomo, fisión y reacción en cadena; los tipos de radiación, regulaciones y medidas de protección; para luego dar a conocer las etapas que conforman el ciclo del combustible nuclear, la diferencia entre centrales nucleares de potencia y reactores de investigación, la restitución ambiental de la minería del uranio y la gestión de los residuos radiactivos.
El abordaje de estos temas se lleva adelante en torno a un eje común: desarrollar en profundidad las diferentes aplicaciones de la tecnología nuclear con fines pacíficos en la vida cotidiana, como la generación de nucleoelectricidad; los usos en el agro, la industria y la salud; la preservación del patrimonio cultural; el cuidado del ambiente, entre otros.
Evaluación positiva
El curso virtual de la CNEA logró despertar el interés de docentes de muy diversas áreas del conocimiento y formación de base. Si bien en el primer curso los inscriptos provinieron en un 60% de las áreas de Física, Química y Biología, en la segunda cohorte este porcentaje disminuyó debido al incremento de inscripciones de profesores de Educación tecnológica y Matemáticas. En ambas ediciones también hubo una buena participación de docentes de Ciencias Naturales, Ambiente/Ecología/Salud, Geografía y Prácticas profesionalizantes.
La modalidad de cursada virtual permitió acceder a la misma desde localidades donde hubiera sido dificultoso llegar con una capacitación presencial y también que los cursantes pudieran organizar sus tiempos entre las obligaciones profesionales y personales. De hecho, el 75% de los docentes que participaron manifestaron que ya habían realizado alguna vez una capacitación en línea y el 90% indicó que se conectan desde su hogar fuera del horario escolar, dedicándole un total de entre 3 y 6 horas por semana a la cursada.
Estas características, sumadas a la gratuidad, la calidad en la enseñanza y el aval de instituciones como la CNEA y el INFoD, permitieron que el curso se consolidara con un carácter federal, contando con inscriptos de los 24 distritos. Se destacaron por la cantidad de participantes las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Río Negro, Chaco, Chubut, Salta y Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires.
A la hora de evaluar la experiencia, una gran mayoría de los docentes (82%) indicó que pudieron completar en tiempo y forma las actividades , a las que calificaron como “medianamente complejas” (el 80%) y “muy complejas” (18%). No obstante, los participantes resaltaron la claridad de las consignas, las que fueron señaladas como “excelentes” por el 35% y como “muy buenas” por más de la mitad (59%). Nadie indicó que fueran regulares o malas.
Otro de los aspectos más valorados fue el trabajo de la tutoría: todos los cursantes se sintieron acompañados por su tutor o tutora, cuyas intervenciones se ponderaron como “muy útiles” (59%) y “útiles” (41%).
La evaluación positiva que despertaron ambos cursos puede sintetizarse en la motivación que despertó en los docentes para usar las herramientas y conocimientos aprendidos: casi la mitad de los cursantes llevó una o más actividades al aula durante el tiempo que duró el curso, pese a que no era obligatorio.