En el día de ayer, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha emitido un informe favorable, no vinculante, sobre el real decreto que facilitaría una hipotética reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña, ubicada en la ciudad Burgos, España.
En realidad, el denominado Proyecto de Real Decreto para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos ya había sido estudiado y aprobado por el CSN durante el último mes de abril. Sin embargo, el Ministerio de Industria introdujo luego nuevas modificaciones al texto, por lo que volvió a pedir un pronunciamiento no vinculante al máximo órgano de seguridad nuclear del país ibérico.
De acuerdo con el portal El Mundo de España, “la clave de esas modificaciones es que introducen la posibilidad de que una central nuclear, como Garoña, pueda pedir una licencia de renovación desde el año de su cese, si este ha obedecido a razones económicas y no de seguridad”. Por otra parte, esta reforma normativa promovida por la cartera de Industria marcaría precedente para el resto de las centrales en operación.
Con 42 años, Santa María de Garoña es la central más antigua del parque nuclear español y la orden que establecía el cese definitivo de su explotación fue publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado 6 de julio. Nuclenor, la empresa operadora de la planta, ya se había anticipado a ese cese de actividad en diciembre de 2012 para evitar las nuevas tasas a las centrales nucleares que entraban en vigor en enero, aunque siempre ha sostenido que estaría dispuesta a seguir operando Garoña en condiciones más favorables.