Una vez más, la justicia recurrió al Grupo de Física Forense del Instituto Balseiro (IB – Centro Atómico Bariloche) para esclarecer un homicidio. En este caso se trata del crimen de la joven Ailín García, que fue asesinada el jueves pasado en un frigorífico de la provincia de Neuquén, donde se desempeñaba como encargada administrativa.
El único sospechoso de dispararle dos veces en la nuca es un ex-empleado que fue despedido en noviembre por la víctima, acusado de defraudación e intento de autorrobo.
En el marco de la causa judicial, el fiscal de Graves Atentados contra las Personas, Maximiliano Breide Obeid, solicitó que se remitan al Instituto Balseiro las sogas y prendas con las que fue atada y amordazada la joven, al igual que la tela con la que se cubrió su boca, para recabar de ellas perfiles genéticos.
La participación del instituto barilochense se da en el marco de un programa de regionalización de las fiscalías, en el que se fomenta por región la especialización de los laboratorios autorizados, siendo precisamente este el especializado en análisis forenses de ADN.
Años atrás, a pedido de la justicia, el Instituto Balseiro también participó de la investigación de la “Masacre de Trelew”, ocurrida en 1972. En esa oportunidad, la pericia realizada por los especialistas del Grupo de Física Forense, que reconstruyeron cuatro décadas después la zona de las celdas, desmintió la versión oficial de un ataque e intento de fuga por parte de los presos políticos.
Además, el grupo también tiene otros antecedentes como la participación de la reconstrucción de la Masacre de Avellaneda, el asesinato de Teresa Rodríguez, la represión de diciembre de 2001 y la desaparición de Miguel Bru en La Plata.
