A través de una videoconferencia desde Casa Rosada, la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner inauguró el primer equipo en el país y América Latina de alta precisión en seguimiento del cáncer de mama, en el Instituto de Oncología Ángel Roffo.
Se trata de un equipo PET (por sus siglas en inglés, Positron Emition Tomography) específico para mamas, que permite detecciones muy tempranas de tumores de menos de un milímetro y es la forma de detección más precoz que existe hoy en el mundo.
Este tomógrafo capta imágenes mediante la emisión de positrones a partir de una mínima porción de sustancia radioactiva que se le administra a un paciente antes de efectuar el estudio, ya sea en forma oral, endovenosa o inhalatoria.
Hasta el momento, para realizar un diagnóstico de cáncer de mama se contaba con estudios como ecografía, resonancia de mama, mamografía y tomosíntesis. La tecnología PET, en cambio, permite saber si el tumor está o no creciendo y si tiende a ser maligno, entre otros datos. Además, es un estudio no invasivo.
El PET para la detección de cáncer mamario demandó una inversión de 6 millones de pesos, más otros 2 millones para adecuar las instalaciones. El equipo fue adquirido por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en el marco del trabajo conjunto que este organismo realiza junto a la UBA en el ámbito de la Medicina Nuclear en el Instituto Roffo.