La empresa de telecomunicaciones Arsat informó que el ARSAT-2 atraviesa la etapa de ensayos ambientales, en los que se prueba su aptitud para resistir las condiciones del lanzamiento y de vida en el espacio. Se estima que su lanzamiento se concretará en septiembre de este año.
Por otra parte, la firma confirmó que el satélite geoestacionario de telecomunicaciones argentino lanzado al espacio, el ARSAT-1, superó el desafío térmico de estar oculto de la luz solar y presta servicios plenamente.
Al no recibir luz solar directa, el funcionamiento del ARSAT-1 fue garantizado por la energía almacenada en su batería. Esta le permite mantener sus sistemas activos y un comportamiento nominal, de acuerdo a los parámetros programados.
En este sentido, la empresa de telecomunicaciones confirmó que el satélite resistió perfectamente las transiciones térmicas extremas y veloces que implican su ingreso y salida del cono de sombra, circunstancias en las que pasa en minutos de un calor de 140 grados a pleno sol, a un enfriamiento de 200 grados bajo cero en plena oscuridad, para recobrar súbitamente la alta temperatura ni bien vuelve a iluminarse.
También destacó que el ARSAT-1 «pasó su primera temporada de eclipses, una prueba de máximo nivel para su subsistema térmico y el de potencia, y un importante indicativo del completo éxito de la misión». El 20 de marzo pasado, además, se combinaron los eclipses de Tierra y Luna, dando lugar a uno de los eclipses más largos del Siglo XXI.
El ARSAT-1 ya cumplió seis meses en el espacio y hace más de cuatro presta servicios, con casi todos los clientes migrados entre fines de febrero y mediados de abril. Matías Bianchi, presidente de Arsat, expresó que «el Arsat-1 es un satélite robusto que ha superado uno a uno todos los desafíos que enfrentó desde el día del lanzamiento», lo que enorgullece a las empresas Arsat e Invap, y a sus técnicos e ingenieros que diseñaron y construyeron satélites aptos para transmitir a 36.000 kilómetros de distancia de la Tierra.