Por Nadia Muryn. En U-238 #16 Marzo-Abril 2015.
La Ingeniera Eléctrica Melva Sanjinez Aguilar es egresada de la Universidad Mayor de San Andrés, de La Paz, Bolivia, y durante el 2014 vino a la Argentina con el objetivo de cursar la Carrera de Especialización en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear (CEATEN), una iniciativa que se dio en el marco de un acuerdo internacional entre ambos países. En esta nota, la profesional relata a fondo su experiencia como estudiante en nuestro territorio y que consideraciones tiene acerca del sector energético y el campo nuclear.
¿Cómo surgió la posibilidad de viajar y estudiar en la Argentina?
Debido a la existencia de un acuerdo entre la CNEA y el gobierno de Bolivia, en el marco de una serie de compromisos de formación de posgrado en el área nuclear, se enviaron convocatorias a diferentes direcciones de carrera de la facultad de Ingeniería de la Universidad Mayor de San Andrés de la ciudad de La Paz, entre ellas, la carrera de Ingeniería Eléctrica, la cual seleccionó a los graduados que obtuvieron notas elevadas en su proyecto de grado o tesis y se nos consultó sobre la disponibilidad de viaje. Fuimos cuatro quienes confirmamos nuestra disponibilidad y entregamos nuestros Currículums Vitae, que posteriormente fueron evaluados en oficinas del Viceministerio de Electricidad y Energías Alternativas (VEEA). En esa instancia fue donde me seleccionaron y me indicaron que debía alistarme para el viaje.
¿Cómo fue la experiencia de ser una estudiante de posgrado en el país?
En mi caso, luego de haber culminado la universidad, inmediatamente empecé a ejercer mi profesión, retrasando aproximadamente cinco años la realización y defensa de tesis o proyecto de grado, lo que ocasionó que para cuando me había llegado la posibilidad de optar por la beca, ya habían pasado muchos años en los que había perdido el ritmo del estudio. Si bien había adquirido cierta dinámica y experiencia laboral, me costó sustancialmente habituarme al ritmo de estudio que se llevaba en el Instituto Balseiro, que es un lugar de muy alto prestigio internacional y del cual estoy muy orgullosa de haber tenido la oportunidad de pasar por su aulas, haber estado en contacto y haber recibido la enseñanza de excelentes docentes con trayectorias profesionales impecables. Finalmente, después de dedicarle esfuerzo y constancia, logré culminar exitosamente con el Curso de Especialización de las Aplicaciones de la Energía Nuclear (CEATEN).
¿Qué opinión tiene sobre el desarrollo del sector nuclear en la Argentina?
En mi opinión, Argentina fue uno de los pocos países que tomó en serio esta terea, a partir de haber tomado la decisión de incursionar en la actividad nuclear, decisión que la llevó a desarrollar ampliamente la investigación y el avance tecnológico en ese ámbito. Pese a que en el largo periodo en que se llevó a cabo esta actividad Argentina pasó por épocas de crisis severas teniendo que hacer una pausa en el desarrollo de estas actividades, y esperar por más de una década para su reactivación; aún así el país se encuentra a la vanguardia y se perfila como uno de los líderes mundiales en lo que se refiere a la construcción de reactores nucleares de baja y mediana potencia. También merece resaltarse la capacidad científica para realizar diferentes actividades, como el desarrollo e investigación en medicina nuclear, tecnología para el enriquecimiento de uranio y para la producción de agua pesada. Encuentro admirable la capacidad demostrada en cada una de sus actividades y también la capacidad de cada uno de sus profesionales que llevan a delante sus proyectos.
Considero que este liderazgo es el resultado de la toma de decisiones de sus autoridades, de contar con las posibilidades para apostar por la energía nuclear, de la muestra de capacidad y esfuerzo de todos los trabajadores de esa industria, lo que los llevó a situarse donde están actualmente. Por otra parte, veo a la Argentina como un país con toda la capacidad y, principalmente, con la voluntad y la predisposición para colaborar y orientar a aquellos otros países que deseen iniciar actividades en esta área y, al mismo tiempo, busquen beneficiarse con las bondades del uso pacífico de la energía nuclear.
¿Cuál es la situación de Bolivia con respecto a la actividad nuclear?
Actualmente, Bolivia se encuentra en una etapa de reactivación de la actividad nuclear. Aproximadamente por los años 60 existían instituciones dedicadas al tema pero, al parecer, fue por falta de apoyo e incentivo que se la fue dejando de lado, lo que llevó a que quede, únicamente, el Instituto Tecnológico de Energía Nuclear vigente, el cual realiza actividades de investigación. Lo mismo sucede con la regulación de esta actividad en Bolivia. De un tiempo a esta parte, las autoridades de más alto nivel gubernamental boliviano han dado a conocer su intención de desarrollar actividades nucleares en Bolivia, gestionando paralelamente la capacitación de recursos humanos, con los cuales pueda armar un equipo de trabajo para dicha reactivación. De esas gestiones nació el acuerdo de formación de posgrado en el área nuclear entre la CNEA y Bolivia, del cual fui beneficiada y me encuentro actualmente con toda la predisposición de contribuir al desarrollo del sector nuclear en mi país, en beneficio de los bolivianos.
¿Qué piensa del futuro de la energía nuclear?
Debido a las bondades, beneficios y ventajas que este tipo de energía presenta frente a otras tecnologías, a través de sus aplicaciones en los sectores de salud, industrial, científico y tecnológico, considero que esta energía aún tiene mucho que ofrecer siempre y cuando se siga incentivando la investigación y apostando a ésta.
Además de los avances que día a día se dan a conocer en cada uno de estos sectores mencionados, también debe rescatarse el hecho de que la producción de energía eléctrica mediante la energía nuclear contribuye fuertemente a la reducción de gases de efecto invernadero. También debe destacarse el hecho de que en Francia se lleva adelante el proyecto de investigación, que va en la búsqueda de la producción a gran escala de energía mediante la fusión de dos núcleos, la cual se reconoce como la producción de una energía eléctrica aún más limpia que la proveniente de la fisión nuclear. Esto se hará posible gracias a que siete países apostaron al desarrollo de la energía nuclear, incentivando, apoyando y principalmente financiando estos grandes desafíos. Como se puede apreciar, aún queda mucho por hacer en pos del desarrollo y del mejoramiento de la calidad de vida del hombre sobre la tierra.
¿Qué tipo de trabajo académico realizó durante y para la finalización del posgrado?
Estaba muy interesada en realizar un trabajo relacionado a mi especialidad, inicialmente iba a plasmarlo en el área de Reactores Nucleares de Potencia, pero lamentablemente no se pudo llevar a cabo. Entonces opté por las siguientes materias de mi preferencia que eran Redes Eléctricas y Comparación Energética. Así, me puse en contacto con los docentes: el Ingeniero Horacio Podestá representante del Departamento de Electrotecnia de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires y el Ingeniero Norberto Coppari, Subgerente de Planificación Estratégica del Centro Atómico de Constituyentes (CAC), respectivamente, con quienes pudimos conciliar un tema de proyecto en el que intervenían ambas materias. Es así como llegué a realizar un trabajo titulado “Análisis y evaluación de la infraestructura de transporte de energía eléctrica de Argentina para cubrir los planes de expansión de la oferta hasta el año 2030”, elaborado en coordinación entre ambos departamentos.
¿Cuál fue el punto más interesante de la carrera de CEATEN?
Todas las materias eran muy interesantes, pero la que más captó mi atención fue la de Reactores Nucleares de Potencia. Sospecho que es porque esta materia está directamente relacionada con mi especialidad. Además contamos con un docente que hacía muy interesante y dinámica cada clase. Recuerdo que la cursamos en una época en la que estábamos muy saturados y apretados rindiendo otras cuatro materias más, pero el docente, Ingeniero Pablo Ramírez, afortunadamente entendía nuestra situación y nos mantenía siempre en alerta y atentos a las preguntas que él hacía.
¿Qué beneficios considera haber obtenido de esta oportunidad?
Gracias a esta experiencia pude adquirir un gran conocimiento mediante el cual, de alguna forma, podré aportar a los planes de reactivación de la energía atómica —actividad que en algún momento de la historia de Bolivia fue desarrollado—. Estos planes fueron anunciados por las autoridades de más alto nivel gubernamental de Bolivia y me reconforta saber que podré contribuir a llevar adelante proyectos sociales que beneficiarán a la población boliviana en general.
Además de tener la satisfacción de haber recibido la capacitación en el área nuclear, me encantó haber tenido la oportunidad de compartir y convivir con profesionales de otros países latinoamericanos. Considero que todos aprendimos mucho de la cultura de los demás, lo que es enriquecedor. Finalmente, es grato saber que una es capaz de relacionarse, estudiar y trabajar en equipo, capaz de lograr una integración cultural; pienso que eso nos hace grandes como personas y como individuos dentro de la sociedad.
En el marco de sus estudios como Ingeniera eléctrica, ¿qué labor ha desempeñado en su país?
En cuanto culminé con la totalidad de materias que mi carrera requería, inicié algunos pequeños trabajos de diseño de control de sistemas de suministro de agua en el área rural de la ciudad de La Paz; posteriormente pude trabajar en el proyecto más ambicioso que Bolivia había tenido hasta entonces que era la explotación de Plata-Plomo-Zinc en la tercera mina más grade a cielo abierto a nivel mundial, trabajo gracias al cual desarrollé mi proyecto de grado con el cual me titulé. Posteriormente, inicié mi labor en el área de la electrificación rural, realizando esta actividad durante cuatro años dentro de una empresa constructora que realiza trabajos de electrificación rural a nivel nacional. Cumplidos los cuatro años de trabajo, se me presentó la oportunidad de beca hacia la Argentina para capacitarme en el ámbito nuclear.
¿Qué es lo que más le apasiona de su profesión?
Tal como lo expliqué en el proyecto desarrollado en la CEATEN, la energía ha sido siempre un insumo fundamental para la evolución del hombre; desde la Revolución Industrial la energía eléctrica en particular ha adquirido una importancia esencial en el desarrollo tecnológico, hasta convertirse en el energético más eficiente y utilizado con el que cuenta actualmente la humanidad, motivo por el cual la electricidad se reconoce como ampliamente ligada al desarrollo humano. Su utilización es considerada como un indicador para determinar el grado de avance de una sociedad y sus posibilidades de crecimiento.
Si bien el hecho de llegar con la electrificación a los rincones más alejados de los centros de consumo no significa el desarrollo inmediato de estas poblaciones (frecuentemente poblaciones desatendidas en Bolivia), ésta los acerca más a poder optar por el desarrollo de su sector o población.
Esto se traduce en una oportunidad de desarrollo, oportunidad que se brinda y a la que permite acceder el contar con energía eléctrica en determinada región. La oportunidad está dada, el resto dependerá de la población y de sus representantes.
¿Qué expectativas futuras tiene para su formación profesional?
Aún pretendo seguir capacitándome mediante la participación en posgrados relacionados tanto a mi formación académica profesional, que es ingeniería eléctrica, como en el campo de la energía nuclear.
Principalmente en ingeniería relacionada con el área de la producción y transporte de energía eléctrica, que es el área que más me llamó la atención en la universidad, pero que lastimosamente no pude ejercer hasta el momento. Y en el área nuclear para darle, de alguna forma, continuidad al conocimiento acertado y oportuno adquirido en el posgrado.
Tal vez, siendo un poco más soñadora, pretendo, en un futuro un poco más lejano, poder trabajar en la fusión de ambas actividades, pensado y llevando como consigna el bienestar y beneficio de mi país.