En la central nuclear de Ascó (Tarragona, España) se realizó el simulacro anual que requiere su Plan de Emergencia Interior (PEI). Como consecuencia se evacuó al personal, tras simular un accidente de nivel 3 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares.
El ejercicio comenzó con la declaración de una prealerta de emergencia debido a un incendio originado en el Centro de Apoyo Técnico (CAT) de un edificio de control de la unidad I.
Posteriormente, se amplió la situación hasta llegar a una emergencia en el emplazamiento, tras detectarse un nivel elevado de radiación en uno de los generadores de vapor de la unidad II originado por la rotura de tubos en este generador.
Finalmente, debido a una fuga no aislable en la tubería de vapor principal que sale del generador de vapor roto, se simuló la declaración de emergencia general por fugas al exterior, se procedió a la evacuación del personal no necesario para la gestión de la emergencia.
Durante el ejercicio, se adoptaron también las medidas contempladas en el Plan de Emergencia Nuclear de Tarragona (Penta), entre las que hay el confinamiento de la población residente en el radio de diez kilómetros alrededor de la central.
Este plan también incluye el reparto de la profilaxis radiológica a los habitantes del radio de cinco kilómetros, así como la preparación para la evacuación de la población de esta zona.
