En U-238 nº 19 Octubre – Noviembre 2015
Se abrieron las inscripciones para que alumnos que estén cursando el último año del nivel medio puedan anotarse a la carrera completa del Instituto Dan Beninson. Los dos primeros años se dictan en la Universidad Nacional de San Martín y los otros tres en el Centro Atómico Ezeiza de la CNEA. Los egresados podrán desempeñarse en las distintas áreas y aplicaciones de la tecnología nuclear, las cuales vienen demandando profesionales especializados para poder cumplir con los objetivos del Plan Nuclear y del Plan Nacional de Medicina Nuclear.
Desde el 19 de octubre, los estudiantes que estén cursando el último año del colegio secundario pueden inscribirse al Ciclo Preparatorio Universitario (CPU) de la Ingeniería Nuclear con Orientación en Aplicaciones del Instituto Dan Beninson, lo que les permitirá cursar la carrera en forma completa.
De esta manera, los alumnos podrán cursar el ciclo básico de la ingeniería –es decir, los dos primeros años- en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), mientras que el ciclo superior (los tres últimos años) se dictan en las instalaciones del Centro Atómico Ezeiza de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). En esta última etapa, además, los estudiantes cuentan con la asignación de una beca que les permite dedicarse en forma exclusiva a los estudios.
Ingenieros especializados en las aplicaciones de la energía nuclear
La Ingeniería Nuclear con Orientación en Aplicaciones es la segunda carrera universitaria de su tipo en toda Latinoamérica y fue creada por la CNEA, junto con la UNSAM, con el objetivo de formar a los especialistas que se necesitan para continuar con los desafíos del Plan Nuclear y del Plan Nacional de Medicina Nuclear.
Los profesionales recibidos podrán desempeñarse en las diversas aplicaciones de la tecnología nuclear relacionadas con la medicina, la industria, la agricultura, la fabricación de componentes nucleares y el control de la operación de un reactor nuclear.
Al respecto, el doctor Pablo Vizcaíno, director de la carrera, asegura que el sector nuclear “creció mucho en la última década, a través de la puesta en marcha de proyectos como el CAREM, el RA-10, la reactivación de las tecnologías de enriquecimiento de uranio, además de los centros de Medicina Nuclear que se están construyendo en todo el país. Para todo esto, hace falta gente y la carrera abre un espectro de posibilidades laborales muy amplio, que normalmente se cubría con egresados de otras ingenierías que necesitaban tomar estudios de posgrado para obtener esa formación específica”.
El doctor Vizcaíno —quien además está a cargo del Departamento Tecnología de Aleaciones de Circonio de la CNEA, encargado del proceso de fabricación de los 400 tubos de presión para el Proyecto de Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse— aclara que esta no es una carrera orientada al diseño de reactores. “Hay un montón de otras aplicaciones que son para la salud, la producción de radioisótopos, aplicaciones industriales de la radiación, aplicaciones de la ciencia de los materiales de la tecnología nuclear, etcétera. Es un abanico bastante grande y hasta hoy no había una carrera que abarcara todo eso”.
En particular, las aplicaciones nucleares en el ámbito de la salud vienen teniendo un crecimiento muy importante desde el lanzamiento del Plan Nacional de Medicina Nuclear, el cual tiene como fin dotar a nuestro país de las herramientas tecnológicas que la actividad nuclear posee para la detección temprana, el diagnóstico y el tratamiento de diversas enfermedades, especialmente oncológicas, neurológicas, endocrinológicas y cardiológicas.
Con una inversión inicial de 4300 millones de pesos, este Plan apunta a la construcción, refacción y equipamiento de una decena de centros médicos que hoy funcionan o están en construcción en distintas regiones del país y que demandan nuevos profesionales.
En este marco, se ha inaugurado recientemente el Centro de Medicina Nuclear y Molecular en Oro Verde, provincia de Entre Ríos; mientras que en Buenos Aires se está llevando a cabo la remodelación y la ampliación del Hospital Roffo (UBA), el Centro de Medicina Nuclear del Hospital de Clínicas y la Fundación Centro de Diagnóstico Nuclear (FCDN). Asimismo, están avanzando las negociaciones para construir centros en el noroeste argentino, Formosa, Santiago del Estero, Mendoza, La Pampa, Río Negro y Santa Cruz.
“Todo esto creció mucho en la última década, hace falta gente”, asegura Vizcaíno. “Ese tipo de perfil, de alguien que opere un equipo, que puede ser un equipo en un centro de salud como lo está haciendo el ministerio en diferentes provincias, es hoy muy demandado, hay un espectro de posibilidades laborales muy amplio”, resume.
Ciclo básico y ciclo superior
La Ingeniería Nuclear con Orientación en Aplicaciones tiene una duración total de cinco años y existen dos modalidades de ingreso: los alumnos pueden cursarla en forma completa, haciendo el ciclo inicial (los dos primeros años) en la Universidad Nacional de San Martín y los otros tres (ciclo superior) en el Instituto Dan Beninson. O bien, pueden entrar directamente al ciclo superior si ya tienen cursados y aprobados previamente dos años de una carrera de ingeniería afín en otra universidad nacional o extrajera reconocida.
El doctor Vizcaíno comenta que en el ciclo superior se cursan intensivamente temas como física de neutrones y de reactores, protección radiológica, materiales y combustibles nucleares, seguridad, diseño de plantas nucleares y de instrumentación y control.
En esta etapa, los alumnos reciben una beca completa de $7200, financiada por el Ministerio de Planificación Federal, a través de la CNEA, para que puedan dedicarse exclusivamente a realizar la intensa cursada del ciclo superior.
A pesar de su reciente lanzamiento, la Ingeniería Nuclear con Orientación en Aplicaciones ya cuenta con seis alumnos en el ciclo superior: cuatro de ellas son mujeres y dos, varones. Dos de los estudiantes son oriundos de las provincias de Salta y Córdoba; lo que está en sintonía con el espíritu federal que se le quiere brindar al proyecto nuclear.
Durante el primer cuatrimestre —que comenzó el 18 de agosto y durará hasta diciembre— se cursan cinco materias: Ingeniería Nuclear, Física Moderna, Mecánica Racional y de Sólidos, Biología y Química Orgánica. “Los estudiantes deben aprobar todas las materias para conservar la beca y poder seguir estudiando”, indica el director.
Estudiar en Buenos Aires
La nueva Ingeniería Nuclear del Instituto Dan Beninson ofrece, por primera vez, una formación de grado única y específica, que se puede cursar a minutos de la Ciudad de Buenos Aires. “La población que hay en Buenos Aires y el Conurbano justifica que exista una opción más de ingeniera nuclear en Argentina, sobre todo hoy que el sistema tiene tanto crecimiento”, afirma el doctor Vizcaíno.
El académico tampoco descarta que la carrera pueda resultar atractiva para estudiantes extranjeros, principalmente de países vecinos, ya que no existe en Argentina ni en Latinoamérica una oferta académica en tecnología nuclear con orientación hacia las aplicaciones nucleares.
Por otro lado, Vizcaíno resalta la importancia fundamental de que las clases se dicten en el Centro Atómico Ezeiza, ya que esto les otorga a los estudiantes una cercanía única con los laboratorios de radioquímica, instrumentación, materiales, plantas de producción de radioisótopos y las instalaciones de difracción de neutrones y neutrografía para caracterización de materia condensada, que funcionarán en el futuro reactor de investigación y producción de radioisótopos RA-10.
Asimismo, destaca la retroalimentación con el personal del Centro Atómico Ezeiza: “La idea es que el Centro Atómico provea y a su vez que la carrera también provea al Centro Atómico”, y señala que aquellos profesionales que se forman en los institutos de la CNEA, tienen, una vez egresados, la posibilidad de aplicar a becas para seguir desarrollando sus áreas de interés en los distintos sectores de
la institución.
“La CNEA es un centro de investigaciones importante para la Argentina. Hoy los alumnos que se gradúan ya sea en grado o posgrado de sus institutos consiguen trabajo rápido. Las capacitaciones que da la CNEA son muy codiciadas”, concluye el director de la carrera.
Requisitos para la inscripción
Los alumnos que estén cursando el último año del secundario o que ya lo hayan terminado, pueden realizar la preinscripción a la carrera de forma electrónica vía mail a una de las siguientes direcciones de correo: bidart@cae.cnea.gov.ar o dini@cnea.gov.ar.
La inscripción definitiva es en forma presencial en el Centro Atómico Constituyentes, los días lunes, miércoles o viernes de 10 a 16 horas (sub-sede del Instituto Dan Beninson, Pabellón 3, Oficina 7).
Los requisitos para inscribirse en el Curso Preparatorio Universitario son los siguientes:
- DNI, original y 2 copias.
- Partida o Acta de nacimiento, original y
2 copias. - Título o Certificado de título secundario en trámite, original y 2 copias.
- En el caso de estar cursando el nivel secundario durante 2015, se tomará la pre-inscripción electrónica, ad referendum de la presentación indicada en el punto 3 cuando corresponda.
Más información: https://ibeninson.cnea.edu.ar/