En una entrevista a la Agencia TSS, el doctor en física Alberto Etchegoyen, director del Instituto de Tecnologías en Detección y Astropartículas (ITEDA), explicó cuáles son los principales objetivos del estudio de los rayos cósimcos e hizo hincapié en los proyectos futuros, entre ellos la instalación de Qubic, un nuevo observatorio en la provincia de Salta.
El ITEDA es un instituto creado por la CNEA, el CONICET y la UNSAM cuyo principal insumo de investigación del son los rayos cósmicos, partículas subatómicas que llegan a nuestro planeta con una energía cien millones de veces superior a la que se puede generar en los aceleradores de partículas construidos por el hombre. Se cree que estas partículas son aceleradas en inmensos agujeros negros y llegan a la Tierra a razón de una vez por siglo por kilómetro cuadrado, por lo cual es muy difícil detectarlas. Por ello, el Observatorio Pierre Auger, ubicado en Malargüe (Mendoza), ocupa 3.000 kilómetros cuadrados.
Para poder estudiar los rayos cósmicos es necesario el diseño y la construcción de detectores muy específicos que miden el impacto de estos rayos cuando chocan contra las moléculas de la atmósfera superior y los físicos e ingenieros del ITEDA se especializan en su desarrollo. El instituto participa activamente en la investigación que se realiza en el Observatorio Pierre Auger y tiene dos sedes: en el predio del Centro Atómico Constituyentes (provincia de Buenos Aires) y en Godoy Cruz (Mendoza).
“Analizamos los rayos cósmicos, que son las energías más grandes de la naturaleza, son mensajeros del espacio exterior –explicó Etchegoyen- nuestra meta más importante es establecer una nueva rama de la ciencia, que es la astronomía de partículas cargadas. La astronomía, como la conocemos hoy, trabaja con la observación de luz. En cambio, en la radiación astromagnética observamos núcleos y partículas con carga eléctrica que, cuando llegan a la Tierra, interaccionan con la atmósfera y crean un chubasco de partículas. Acá analizamos el chubasco para conocer esa fuerza, que no se conoce bien porque efectivamente esas energías son muy altas y no existe nada con esa fuerza”.
Respecto a las actividades a futuro, el director del ITEDA comentó que recientemente se firmó un convenio con las agencias internacionales financieras para prorrogar por diez años el funcionamiento del Observatorio Pierre Auger. “Los gastos de mantenimiento son de dos millones de dólares por año y hay 500 personas trabajando allí. En el observatorio habrá dos nuevos sistemas de detección, ambos desarrollados en la Argentina. Uno es de Bariloche y el otro de nuestro grupo. Nuestro desarrollo del detector es integral: diseño, telecomunicaciones, electrónica, análisis de datos, computación, optoelectrónica, instalación y puesta en funcionamiento. Esta posibilidad es interesante porque la colaboración internacional ha adoptado como mejoras del observatorio a los dos sistemas de detección que aporta la investigación local”.
“Además –agregó el científico-, en la zona de Malargüe se instaló la antena Deep Space Antenna 3 (DSA-3). Es un proyecto de 50 millones de dólares y lo instaló la European Space Agency (ESA) en las afueras del laboratorio Pierre Auger [esta antena de 35 metros de diámetro se comunica con la misión ExoMars, que busca estudiar la vida en el planeta Marte]. En la Argentina, el proyecto es coordinado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) pero el ITEDA fue convocado a participar y creo que influyó mucho el buen desempeño del proyecto Auger”.
Otro importante proyecto es la instalación del observatorio Qubiq en Salta. “Lo que se buscará allí es analizar el universo primordial, los primeros instantes del universo. Lo que denominamos la edad inflacionaria del universo. El objetivo es estudiar lo más directamente posible esa etapa para tener una huella definitiva de si existió o no la inflación universal. Buscamos ondas gravitacionales primordiales de esa época” indico Etchegoyen.