El presidente francés, François Hollande, confirmó que aplazará, al menos hasta 2018, el cierre de la central nuclear de Fessenheim, el cual estaba previsto en 2016. Actualmente, la planta –ubicada en Alsacia- cuenta con dos reactores operativos de tipo agua a presión (PWR), que entraron en operación en 1977.
La ministra de Ecología, Ségolène Royal, había explicado anteriormente que el cierre de la nuclear de Fessenheim estaría ligada a la apertura del nuevo reactor avanzado de tipo EPR (European Pressuarized Reactor) que se construye en Flamanville y que, debido a los retrasos, se espera que entre en servicio a finales de 2018.
En esa oportunidad, Royal comentó que la ley sobre la transición energética establece «un techo de la producción de energía nuclear de 63,2 gigavatios, lo que significa que cuando Flamanville 3 opere, Fessenheim tendrá que cerrar».
Francia tiene en la actualidad 58 reactores en funcionamiento y se pretende, a futuro, reducir el peso nuclear. En el horizonte de 2025, se apunta a que la producción de electricidad que se genera en los reactores franceses sea del 50% frente al 76,96% actual.