El científico cordobés Gabriel Rabinovich visitó el Instituto Balseiro para brindar un coloquio titulado “La revolución de la inmunoterapia en cáncer”. La charla convocó a estudiantes y docentes de física e ingeniería además de investigadores de otras disciplinas, médicos y público general de la ciudad. Ante un salón repleto, brindó una clase magistral sobre el sistema inmune y sus descubrimientos en torno a la proteína “galectina-1”.
Rabinovich es un referente internacional en el campo de la inmunoterapia en cáncer y en enfermedades autoinmunes. En los Estados Unidos y en Europa, la inmunoterapia, que consiste en regular y reforzar el propio sistema inmune de un paciente, está pisando cada vez más fuerte. En Argentina, ya hay tres anticuerpos aprobados para determinados tratamientos oncológicos. Y el equipo de Rabinovich busca aportar más alternativas.
En abril de 2017, Gabriel Rabinovich ingresó como miembro extranjero asociado a la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS), una distinción que tienen en la historia sólo otros siete científicos argentinos. Ha recibido múltiples reconocimientos por su trabajo en torno a la proteína llamada “galectina-1”, que juega roles cruciales en la regulación del sistema inmune y en enfermedades como el cáncer.
Su trabajo clave inicial fue identificar, hace más de 20 años, a la “galectina-1”, una proteína que se produce en nuestro organismo. Durante el coloquio brindado en el Balseiro, la describió como “héroe y villano” al mismo tiempo debido a su doble funcionalidad dependiendo del contexto.
Teniendo en cuenta esa doble función de la galectina-1, Rabinovich comentó: “Cuando es buena, necesitamos más. Cuando es mala, necesitamos bloquearla. Entonces para poder bloquearla hicimos anticuerpos monoclonales, que son proteínas que fueron descubiertas por el Premio Nobel César Milstein, y lo que hacen es neutralizar una determinada proteína. Nosotros los generamos anti-galectina-1, por lo tanto la bloquean”, detalló.
“La idea es que cuando nosotros administramos este anticuerpo a un tumor, por ahora sólo con ratones, lo que hacemos es bloquear galectina-1”, explicó el científico. Y agregó en el caso de las enfermedades autoinmunes, su equipo está explorando la estrategia de aumentar la cantidad de galectina-1. Ya tienen nueve patentes por sus trabajos y están tramitando la décima, junto con el CONICET y la Fundación Sales.
Asimismo, Rabinovich contó que la inmunoterapia puede complementarse con otros tratamientos, como la quimioterapia y la radioterapia. Sin embargo, señaló que es muy importante que la actualización y la capacitación de los médicos oncólogos en este campo. “Creo que lo que se ha visto hasta ahora es la punta del iceberg. Todavía falta muchísimo por descubrir”, opinó.
Con respecto al futuro, aseguró que la medicina personalizada es lo que se viene. Cada tumor es diferente y trae un arsenal que desafía a los médicos, enfatizó. Por ello, será crucial en los próximos años los médicos calibren las terapias para cada paciente. “Lo que uno espera para el futuro es que el médico oncólogo tenga un arsenal de distintos fármacos de acuerdo a la estrategia de escape que tenga cada tumor”, explicó Rabinovich.