Hoy se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático, uno de los principales problemas ambientales del mundo. En este contexto, la energía nuclear se presenta como una de las alternativas para mitigar este fenómeno.
El objetivo de esta fecha es movilizar y sensibilizar acerca de los efectos del cambio climático y el grave peligro que conlleva el calentamiento global, así como concientizar sobre la necesidad de reducir la emisión de gases de efecto invernadero sobre la atmósfera.
La evidencia científica confirma que las emisiones de estos gases derivados de las distintas actividades humanas provocan grandes cambios en el clima de la Tierra, con efectos negativos en los sistemas ecológicos y socioeconómicos.
La amenaza del calentamiento global y del cambio climático, unido al incremento de la demanda de electricidad y al precio de los productos petrolíferos, hacen que la energía nuclear sea una de las tecnologías que puede contribuir a satisfacer los retos climáticos existentes.
Las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales nucleares son insignificantes en todo su ciclo de vida, y nulas considerando su operación. Además, la energía nuclear puede contribuir significativamente a la reducción de emisiones en el sistema eléctrico mundial.
A modo de ejemplo, si la energía generada por la Central Nuclear Embalse durante sus 32 años de vida hubiese sido producida por centrales térmicas hubiera significado liberar 100 millones de C02 al ambiente.