Los expertos estiman 10-12 pozos adicionales alrededor del perímetro de los estanques de riego para potenciar los sistemas de seguridad.
La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) afirmó que se puso en servicio un nuevo pozo de agua subterránea, ubicado cerca de los estanques de aspersores de la planta de Zaporizhzhia, que ahora proporciona alrededor de 20 metros cúbicos de agua por hora. Se planean 10-12 pozos adicionales alrededor del perímetro de los estanques de riego.
El gran estanque de refrigeración del lugar y su otro principal suministro de agua, el canal de descarga de la cercana central térmica de Zaporizhzhia (ZTPP), permanecen intactos, según los expertos de la OIEA. La altura del estanque de refrigeración de la central nuclear sigue descendiendo aproximadamente 1 centímetro por día, mientras que el agua del canal de entrada de la ZTPP se bombea periódicamente al canal de descarga para compensar el agua utilizada para la refrigeración o la pérdida por evaporación natural. El organismo señaló que el sitio tiene suficiente agua de refrigeración para muchos meses.
El Director General de la OIEA, Rafael Mariano Grossi, aseguró que «la planta continúa tomando medidas para abordar los desafíos adicionales causados por la pérdida de la presa Kakhovka hace unas diez semanas».
Además, remarcó: «El hecho de que se construyan más pozos debería aumentar las reservas de agua disponibles para refrigeración. Sin embargo, la situación general de seguridad nuclear sigue siendo precaria».
El colapso de la presa situada aguas abajo el 6 de junio y la consiguiente pérdida de gran parte del agua del embalse de Kakhovka, que la planta había estado utilizando para sus necesidades de refrigeración, obligó a la planta a tomar medidas para proteger las masas de agua que todavía tenía a su disposición, incluyendo un gran estanque de enfriamiento al lado del sitio, y comenzar a buscar fuentes alternativas de agua.
La planta de seis unidades de Zaporizhzhia es la más grande de Europa y ha estado bajo control militar ruso desde principios de marzo de 2022.
Cabe señalar que la Inspección Estatal de Regulación Nuclear de Ucrania emitió órdenes regulatorias en junio para que las seis unidades se apagaran en frío, dada su situación en la primera línea de la guerra y la ruptura de la presa de Kakhovka que había ayudado a garantizar abundantes suministros de agua de refrigeración.
El OIEA instó a que se investigue si se podría instalar una caldera externa en el lugar para generar el vapor necesario, de modo que todas las unidades se puedan apagar en frío. El organismo explicó que la causa de la fuga se debió a una pequeña grieta en la soldadura de la tubería de ventilación del cabezal primario del generador de vapor. El sitio realizó soldaduras en la tubería y posteriormente se realizaron pruebas de presión del generador de vapor. Las pruebas finales que involucran los circuitos primario y secundario están en progreso.