INVAP concluyó la fabricación del tanque reflector del reactor RA-10

Luego de 12 años de trabajo, finalizó la construcción de este elemento clave.

INVAP finalizó en el Centro Atómico Bariloche la construcción de un tanque reflector que será instalado en el reactor multipropósito RA-10, en Ezeiza. El tanque, diseñado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), será trasladado por tierra en los próximos días hacia el Centro Atómico Ezeiza (CAE) para su montaje final.

Con un peso de más de 2.500 kilogramos y dos metros de diámetro, se ubicará en el interior de la pileta del reactor y “alojará los dispositivos necesarios para el desarrollo de todas las aplicaciones previstas en la instalación”, precisó la CNEA en un comunicado.

“El proyecto se está acercando a su etapa final. El tanque de reflector es el componente más complejo del reactor y a la vez crítico para que se puedan desarrollar todas sus aplicaciones”, remarcó en un comunicado el gerente del proyecto, Herman Blaumann, impulsor del RA-10.

Por su parte la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis, destacó que «esta obra no es solo ingeniería, sino que es una obra de arte para el ámbito de la metalurgia de nuestro país, en particular de este taller de Invap que ha logrado algo que emociona”.

El gerente del Área Nuclear de Invap, Felipe Albornoz, señaló que el componente diseñado “es el corazón del reactor del RA 10, junto con el núcleo del reactor”.

“Todo el resto de la instalación se construye alrededor de estos componentes y poder imaginarlo, diseñarlo y luego fabricarlo en nuestro país, con nuestra gente en Bariloche, es un motivo de orgullo y de celebración también porque la CNEA, con sus 70 años de historia nuclear, e INVAP con sus casi 50 años, pueden seguir aportando a este tipo de desarrollos para hacer un país mejor», celebró.

El RA-10 aumentará la capacidad de producción de radioisótopos de uso medicinal para el mercado local, regional y mundial. Producirá un volumen de radioisótopos exportable por aproximadamente 90 millones de dólares anuales. De esta manera, colaborará con el diagnóstico y tratamiento de distintos tipos de cáncer y enfermedades como cardiopatías y trastornos neurológicos.

Además, permitirá ampliar las capacidades de Argentina para producir, evaluar y calificar elementos combustibles para reactores experimentales y de potencia. También posibilitará el desarrollo de aplicaciones tecnológicas a partir del uso de técnicas neutrónicas para investigación básica en campos como la ingeniería nuclear, ciencia y tecnología de materiales, física de la materia condensada, química y biología.

Las autoridades esperan que el reactor multipropósito RA-10 esté en operación en 2026.