El CEO y gerente general de INVAP, Héctor Otheguy, y Verónica Garea, ingeniera de la empresa especializada en Seguridad Nuclear, destacaron las «grandes ventajas» económicas, ambientales y laborales para el país, y especialmente para Río Negro, que traerá la construcción de dos nuevas centrales nucleares, una de las cuales estará en la provincia patagónica.
Su construcción fue acordada por el presidente Mauricio Macri con la empresa China National Nuclear Corporation (CNNC), que financiará la cuarta central nuclear en el Complejo Atucha, en Lima, provincia de Buenos Aires, y la quinta en un lugar a determinar de Río Negro, cuya evaluación de emplazamiento está en manos de INVAP y estará definido a fin de año.
Actualmente, el país cuenta con Atucha I, Atucha II y Embalse (Córdoba), que aportan alrededor del 6% de la energía que se consume. Cuando las dos nuevas centrales estén operando, el aporte se elevará al 10% de la matriz energética, lo que permitirá reemplazar parte de la generación térmica, que usa combustibles fósiles, disminuyendo la contaminación ambiental.
«El anuncio del presidente Macri es muy importante para el país y sus necesidades de energía; para Río Negro por la inversión que recibirá, cercana a los US$ 8.000 millones, y los 4.000 puestos de trabajo necesarios para la construcción, y para INVAP, que además de este relevamiento territorial participará en tareas de ingeniería y diseño de la central», afirmó Otheguy.
El CEO y gerente general de INVAP explicó además que esta central tendrá una potencia de 1.150 megavatios (MW) y será la primera del país que funcionará con uranio enriquecido y agua liviana, estandarizada tecnológicamente con las de vanguardia en el mundo y que permite una generación más potente.
Othguy agregó que en el caso de Atucha III, se trata de una central que será del tipo CANDU, de origen canadiense, funcionará con uranio natural y agua pesada, y generará 750MW; demandando una inversión menor, de alrededor de US$ 4.500 millones. Su construcción se iniciará en enero de 2018 y podría demandar entre cuatro y cinco años de obra.
Por su parte, Garea explicó que actualmente INVAP avanza con la exploración del territorio rionegrino en busca de posibles lugares de emplazamiento de la quinta central que, en particular, no deben ser terrenos sísmicos; deben estar cerca de una fuente de agua y de redes de distribución eléctrica, aunque a distancia de zonas pobladas, y se deben contemplar muchos otros aspectos técnicos.
La experta en Seguridad Nuclear agregó que estos son los pasos habituales en el proceso de selección de un emplazamiento: luego de la elección de 7 u 8 posibles lugares, se avanza hasta reducirlos probablemente a dos. Luego sigue el trámite de aprobación de la Autoridad Regulatoria Nuclear.
Finalmente, Otheguy ponderó la ingeniería financiera acordada por Macri en China, según la cual la propia empresa CNNC aporta todo el financiamiento, con un plazo de gracia que se extiende hasta el inicio de la operación de la central y un interés muy favorable, lo que permitirá pagar la primera cuota recién cuando comience a facturar.