La mayor parte de las sustancias radioactivas tardan en desintegrarse años e incluso décadas enteras. Sin embargo, un grupo de científicos rusos ha encontrado una forma de transformarlas en sustancias neutras y seguras en una hora.
Según explicaron los científicos del Instituto de Física General A.M. Prójorov de la Academia de las Ciencias Rusa, dirigidos por Georgui Shaféyev, algunos elementos radiactivos se transforman en elementos neutros al sumergirlos en una solución especial y aplicarles un láser. El descubrimiento se concretó por casualidad, durante unos experimentos para la obtención de nanopartículas con ayuda del láser.
Concretamente, cuando Shaféyev y sus colegas introdujeron oro en una solución de torio radiactivo 232, descubrieron que este último dejaba de emitir radiación bajo el efecto de las nanopartículas. Se produjo una transmutación. Con el uranio 238 se repitió el mismo efecto. En cuanto al cesio 137, que en condiciones naturales tarda 30 años en desintegrarse, se transformó en bario neutro bajo estas mismas condiciones en solo una hora.
“Ni nosotros ni los expertos en el ámbito nuclear podemos dar una explicación científica a estos fenómenos. Lo más probable es que, al mezclar la solución en estas condiciones, cambiamos el entorno del núcleo de los átomos, el estado de las capas externas de los electrones”, aclaró Georgui Shaféyev, director del laboratorio de macrocinética de procesos inestables del IOFAN.
Para acelerar la desintegración es necesario sumergir en la solución algún tipo de metal refractario, es decir, oro, plata o titanio. “La velocidad de desintegración de la sustancia depende de su entorno químico, los electrones exteriores de sus átomos. Es evidente que la modificación de su configuración electrónica se produce gracias a que las nanopartículas son capaces de reforzar el campo magnético del láser a nivel local”, aclara Shaféyev.
En este momento, el grupo de especialistas rusos está esperando que la Unión de Centros de Investigación Nuclear confirme los resultados de sus pruebas. Para ello, usarán un potente espectrómetro de radiación gamma basado en germanio ultrapuro, con ayuda del cual se podrá observar el proceso en tiempo real. El experimento de control se realizará con cesio 137.
Los investigadores ya están pensando en los posibles usos de este descubrimiento. Es poco probable que, con este método, se pueda neutralizar la radiación de la tierra (por ejemplo, en Chernóbil); pero en lo que respecta al agua, se abre todo un abanico de posibilidades. También se podría recoger la tierra y filtrarla.