TEPCO, la empresa operadora de la Central Nuclear Fukushima, ha admitido ante la Autoridad de Regulación Nuclear japonesa que el revolucionario sistema del muro de hielo, publicitado como la solución definitiva a las continuas filtraciones de agua contaminada al océano, es incapaz de cumplir su cometido.
Concretamente, TEPCO admitió que entre mayo y junio solo había conseguido reducir en unas 30 toneladas adicionales el volumen diario de agua que penetra en los reactores procedente de los acuíferos naturales, por lo que se calcula que unas 80 toneladas podrían seguir filtrándose dentro todos los días.
La llamada Gran Muralla de Hielo consiste en encerrar cuatro de sus seis reactores en un anillo subterráneo helado de 1,5 kilómetros de largo y 30 metros de profundidad. El sistema fue aprobado dos años atrás, a pesar de las dudas que planteaban su elevado costo y su eficacia.
Para construirla, se sepultaron varillas refrigerantes que bajan la temperatura del subsuelo hasta los menos 40 grados. Con esta monumental obra de ingeniería se esperaba evitar la salida del agua contaminada de los sótanos de los reactores e impidier la entrada del agua subterránea en ellos.
TEPCO, criticada desde el inicio por su ineficacia para lidiar con la crisis nuclear, había terminado en marzo buena parte del anillo y construido pozos subterráneos de drenaje para recoger el agua contaminada y tratarla antes de devolverla al océano. Pero la cantidad de agua tratada no ha cambiado sustancialmente desde entonces, ha confirmado la compañía.