El gobierno japonés y la compañía operadora Tokyo Electric Power (Tepco) aprobaron la revisión de la hoja de ruta para las operaciones de desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima, una tarea que podría demandar entre 30 y 40 años.
Según representantes de Tepco, ambas partes acordaron limpiar el combustible fundido en la planta en un período de seis años, mientras que llevará unos tres años la retirada de las varillas de combustible nuclear empleado en las fosas de refrigeración.
El mayor obstáculo para concretar estos trabajos es la acumulación de miles de toneladas de residuos radiactivos en la unidad. Asimismo, para evitar una contaminación mayor, se está construyendo un gran muro de contención de líquido radiactivo para que no llegue al mar.
En marzo de 2011, la central nuclear de Fukushima fue afectada por un fuerte terremoto y un posterior tsunami que dañó sus infraestructuras. Tras el incidente, el Ejecutivo japonés decidió parar 48 reactores nucleares situados en diversas prefecturas del país asiático.