Un acuerdo firmado recientemente establece que Japón se encargará de la construcción de la segunda central nuclear en territorio turco. La misma tendrá cuatro reactores de agua presurizada del tipo Atmea1 con una capacidad total de 1.100 megavatios.
Según trascendió, las cuatro unidades empezarán a funcionar en Sinop, sobre la costa del Mar Negro, a principios de la década de 2020. De esta manera, Turquía se convertirá en el primer país del mundo en utilizar este tipo de reactor, producido por Areva y Mitsubishi Heavy Industries (MHI).
El acuerdo -que fue firmado por los primeros ministros de ambos países- confiere a Japón los derechos exclusivos para negociar la construcción de esta nueva planta nuclear, con un costo previsto de 22 mil millones de dólares. El contrato supone, además, la formación de un consorcio franco-japonés.
Actualmente, Turquía importa gas natural ruso para cubrir sus necesidades energéticas. El país aún no dispone de ninguna central de energía nuclear, pero se prevé que este año empezarán en la costa mediterránea las obras para construir la planta de Akkuyu, adjudicada a la empresa rusa Atomstroyexport en mayo de 2010.