El doctor Julio Duran, director del Departamento de Energía Solar de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), aseguró que «Argentina no sólo se encuentra atrasada en el desarrollo de la energía fotovoltaica en relación con los países que hicieron punta en este tipo de generación, sino que también con países vecinos como Chile. Actualmente, este país tiene entre 15 y 16 MW de energía fotovoltaica, mientras que Alemania –líder mundial– ya cuenta con más 35.000 MW instalados», señaló Durán.
El especialista explicó que el desarrollo de proyectos para incorporar la generación renovable a la matriz energética argentina se encuentra retrasado pese a las últimas políticas de estímulo para el sector establecidas en la ley 26190, que estipuló un horizonte del 8% de participación en 10 años. A poco más de un año para que se cumpla el plazo, el porcentaje que aportan las fuentes renovables apenas llega al 0,4%.
Durán es además responsable del proyecto que dio vida al consorcio público-privado IRESUD, formado por la CNEA, la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y cinco empresas privadas, con el que apuntan a desarrollar la producción de energía solar como fuente de abastecimiento domiciliaria y como generadora que permita diversificar la matriz del país.
Por otra parte, este proyecto busca desarrollar la industria y la legislación para que cada propietario pueda instalar sus paneles solares y no sólo abastecerse de energía, sino vender el excedente al sistema interconectado nacional. Sin embargo, según el especialista, la falta de beneficios como una tarifa diferenciada desalienta la multiplicación de las fuentes solares de energía.
Según Durán, el proyecto IRESUD, que finaliza en mayo del próximo año, sirvió como avance: «En el marco del proyecto se instalaron o están en proceso de instalación aproximadamente 40 sistemas de fotovoltaica, con una potencia total de alrededor de 100 kW en 16 provincias y Base Marambio, en la Antártida Argentina. En Neuquén, en convenio con el EPEN, se instalaron 12 módulos fotovoltaicos y un inversor de 2,8 kW, en una de las pocas instalaciones conectadas directamente a la red pública. Además está proyectada otra obra para San Martín de los Andes”.
El objetivo de los investigadores es poder continuar con una segunda etapa del proyecto –que actualmente se encuentra en evaluación dentro del Fondo de Innovación Tecnológica Sectorial (FITS)- en la que se prevé la instalación de paneles para abastecer de electricidad fotovoltaica a una empresa o fábrica en la localidad de Centenario. «Con la nueva propuesta buscamos dar el salto de las instalaciones de tipo domiciliarias que veníamos realizando a una de mayor rango. En el caso de Centenario, pensamos en un proyecto de 400 kW», adelantó Duran.