El pasado 23 de mayo, la unidad II de la central nuclear española de Ascó fue conectada a la red eléctrica, tras finalizarse los trabajos correspondientes a la 21ª recarga de combustible, dando comienzo así a un nuevo ciclo de operación.
Durante la parada, se ejecutaron más de 10.400 órdenes de trabajo programadas, de las cuales un 76% correspondieron a tareas de mantenimiento preventivo e inspecciones relevantes dirigidas a la mejora de la fiabilidad de los componentes y a garantizar la operación segura y a largo plazo.
Según la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós II, se reemplazaron 64 de los 157 elementos combustibles, lo que permitirá otro ciclo completo de generación de energía. También se cambió el ordenador central de la planta (SAMO, Sistema de Apoyo Mecanizado a la Operación) por uno tecnológicamente más avanzado. Otra modificación significativa fue la sustitución de los recalentadores separadores de humedad (MSR’s) que protegen y mejoran la eficiencia de la turbina de baja presión y mejoran su rendimiento.
Otra tarea de gran importancia, informaron desde ANAV, fue la finalización de la instalación del control digital de los calentadores. Esta intervención supone la digitalización de todos los niveles de agua de los tanques y calentadores del sistema secundario de la central, lo que supone mayores prestaciones, eficiencia y fiabilidad de los elementos conectados.
Asimismo, se realizó la instalación de nuevos cargadores de baterías, la sustitución de uno de los transformadores de arranque, y se inspeccionaron la vasija, su tapa y los generadores de vapor.
Durante la parada, la planta sumó más de 1.000 personas a su personal habitual para poder concretar este gran volumen de trabajos en tiempo y forma.