Hace 50 años, el 16 de abril de 1964, Chile ingresaba al desarrollo de las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear, a través de la creación de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN).
Desde entonces, esta institución desarrolla y tiene su impacto económico y social en las áreas de: salud, alimentación, minería, industria, medioambiente, agricultura y educación, así como en el desempeño de variadas actividades que utilizan las radiaciones, a nivel nacional.
La labor de la CCHEN ha significado la incorporación de nuevas tecnologías, la investigación en ciencias básicas y aplicadas y la participación en el concierto de naciones que utilizan a diario la tecnología nuclear para la solución de grandes problemas de la humanidad.
El núcleo central del desarrollo nuclear en Chile se desarrolla en las instalaciones de la CCHEN, a las que el Estado chileno ha dotado de un patrimonio tecnológico de gran relevancia. Además, existe desarrollo en universidades, hospitales, clínicas y centros de investigación, que en su mayoría representan actividades concretas de transferencia tecnológica de la CCHEN a los usuarios finales de la tecnología nuclear.