Durante un seminario en el Instituto Sabato, el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Osvaldo Calzetta Larrieu, presentó los últimos avances en el desarrollo del reactor CAREM, que se construye en la ciudad de Lima y cuya finalización está prevista para 2020.
Durante su presentación, Calzetta brindó algunas precisiones sobre esta pequeña central modular de diseño argentino qué se está construyendo desde 2014 y prevé la integración local del 70% de los insumos, componentes y servicios que se demanden.
El presidente de la CNEA explicó que el CAREM25 es el primer prototipo de una posible central de cuatro reactores de 120 MW cada uno. Se estima que el mercado mundial de este tipo de centrales alcanzará los 400.000 millones de dólares.
Argentina, por ser el primero en diseñar y poner en funcionamiento este tipo de plantas, podría quedarse con el 15% de ese mercado, según estimaciones de la CNEA. En tanto, Estados Unidos espera poner en funcionamiento una planta similar, aunque no sería antes de 2024, dijo Calzetta.
En el marco de esta iniciativa, el titular del organismo adelantó que se buscará crear una empresa integrada por la CNEA, la empresa rionegrina INVAP y la operadora Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) para comercializar este desarrollo en el mundo.
Las características del CAREM lo hacen ideal para el abastecimiento eléctrico en zonas alejadas de los grandes centros urbanos —donde las condiciones geográficas o el clima dificultan el transporte de combustible y el tendido de redes eléctricas— o polos fabriles con alto consumo de energía.
Según el presidente de la CNEA, el Gobierno canadiense se mostró interesado en poder instalar una de estas centrales en su territorio para abastecer de energía a explotaciones de petróleo en zonas aisladas.
Sin embargo, el punto débil de las negociaciones internacionales es que estos proyectos suelen ir acompañados de financiamiento, algo que la Argentina no está en condiciones de ofrecer actualmente.