Por Laura Cukierman. En U-238 # 14 Noviembre 14.
Adriana Serquis es una prestigiosa científica argentina que se ocupa de un área con escasa difusión, pero muy importante: la Ciencia de Materiales. Específicamente, se dedica al estudio de nuevos materiales superconductores y materiales de electrodos para celdas combustibles de alta temperatura. Licenciada en Física por la UBA y Doctora por el IB, Serquis —también investigadora del Conicet— se interesa por los temas de género en el ámbito científico y acaba de ganar el Premio L’Oreál-Unesco, el cual se suma a otros premios recibidos anteriormente, como el diploma al mérito Konex en 2013. Además, con la intención de trasmitir su pasión por la ciencia a los más chiquitos, dedica buena parte de su tiempo a la docencia.
¿Por qué te dedicas a la ciencia? ¿Cómo decidiste tu especialidad?
Los porqués nunca son fáciles de contestar. Puedo decir que desde chica siempre fui muy curiosa, mi abuelo y mi papá fueron fuente de inspiración, tanto en la búsqueda de respuestas acerca de cómo funcionan las cosas como en el gusto por las tareas más tecnológicas. Eso me llevó al área experimental y a la preocupación por querer contribuir, aunque sea muy poco, a resolver algún problema de la humanidad. Ello me impulsó a buscar un camino por el área de la energía. A raíz de diversas oportunidades que tuve, me especialicé en el área de materiales. Por eso, ahora trato de trabajar en el estudio de materiales que estén relacionados con tecnologías en el área de transporte, almacenamiento o uso eficiente de la energía. El desarrollo de un material susceptible de tener aplicaciones tecnológicas requiere la implementación de técnicas de caracterización avanzadas (como las que provee la cristalografía) que resulten idóneas para la posterior etapa de evaluación a mayor escala y nivel comercial.
¿Qué es la cristalografía?
La cristalografía es una ciencia que es transversal a muchas disciplinas tan diversas como la Física, la Química, la Biología, la Geología, la Medicina, diversas ramas de la Ingeniería, etcétera. También, podemos resumirlo en que es el estudio de la composición y la estructura de los cristales y la relación con sus propiedades. Esto quiere decir que estudia el orden atómico dentro de las estructuras sólidas. Conocer el orden cristalino, que es interno, permite conocer las propiedades externas de un material (eléctricas, magnéticas, mecánicas, ópticas, etc.).
¿Cuáles fueron los avances más destacables en este campo?
Hace cien años comenzaron los primeros experimentos y desarrollos matemáticos que permitieron determinar la estructura cristalina de los compuestos inorgánicos. Entre 1920 y 1960 se desarrollaron métodos que permitieron resolver estructuras cada vez más complejas. Algunos de los logros más importantes que fueron posibles a partir del avance de la cristalografía incluyen: el reconocimiento de modelos tridimensionales de proteínas que dieron lugar a la comprensión de muchos procesos biológicos, como la regeneración de huesos ( la estructura mioglobina fue una de las primeras proteínas en ser resuelta por Perutz y Kendrew en 1958); la resolución de la estructura del ADN (Crick, J. Watson, M. Wilkins y R. Franklin); las estructuras de nuevos materiales como las nanoesferas de carbono y el grafeno; la estructura de los pigmentos que permite, entre otras cosas, la restauración de obras de arte o la determinación de falsificaciones; la comprensión de los procesos de deformación de aceros y el desarrollo de materiales eficientes para baterías o energías no convencionales.
Los que estamos ajenos a la ciencia, ¿cómo podemos comprender su importancia para la vida cotidiana?
Los cristales se encuentran presentes en casi todos los objetos sólidos, aunque cuando son microscópicos o cuando son policristalinos (agregados de muchos cristales), no solemos reconocerlos. Por ejemplo, podemos verlos en la sal gruesa o en los granitos de azúcar, en las joyas (aunque no todos las tenemos en nuestra vida cotidiana), pero también están en algunos polvos cosméticos, en pinturas, en algunos componentes electrónicos o en el metal del marco de una ventana de aluminio. Los conocimientos generados por la cristalografía están presentes en casi todos los elementos que empleamos cada día. Se encuentra en la industria electrónica (los celulares, las computadoras, etc.), en las propiedades mecánicas de los nuevos materiales utilizados en elementos deportivos (bicicletas más livianas, raquetas más resistentes), en el estudio de fármacos (cuya respuesta con la misma composición depende de su estructura cristalina), en la eficiencia de los dispositivos de generación de energía, en los productos cosméticos, etcétera. Hoy en día, sigue dando respuesta a problemas complejos de la sociedad actual, empleando herramientas bien probadas y accesibles.
Este año se celebra el año internacional de la cristalografía. ¿Por qué su importancia?
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó 2014 como Año Internacional de la Cristalografía, al destacar la importancia de esta rama de la ciencia en cuestiones médicas y ambientales. Fue propuesto a pedido de la Unión Internacional de Cristalografía (IUCr), teniendo en cuenta que se cumpliría el centenario de la difracción de rayos X en 2012, pero recién fue aprobado en 2014, en el primer centenario de los primeros premios nobeles en la especialidad. La IUCr, junto con la UNESCO, hicieron un llamado a toda la humanidad a descubrir qué puede hacer la cristalografía por las personas y a prepararse para este 2014, apoyando numerosas actividades educativas, algunas realizadas por la AACr (Asociación Argentina de Cristalografía) a lo largo de todo el país.
También te dedicás al tema “superconductores”. Para alguien que desconoce el tema ¿cómo le explicarías su importancia y su aplicación en la vida cotidiana?
Los cables superconductores son capaces de transmitir energía sin pérdidas (contrariamente a los cables comunes que disipan calor). Por esa razón, son capaces de almacenar energía y generar campos magnéticos para aplicaciones en equipamiento médico con menor costo energético. Otras aplicaciones pueden ser su uso en transformadores o motores o imanes para la producción de campos magnéticos para su uso en laboratorios de investigación.
¿Qué son las celdas combustibles? ¿Para qué pueden ser utilizados?
Las celdas de combustible de óxido sólido (SOFC) son dispositivos electroquímicos capaces de transformar energía química en eléctrica con un alto rendimiento y una amplia versatilidad de combustibles. Funcionan como una batería que trabaja en forma continua siempre que se suministre el combustible (que puede ser hidrógeno, y en ese caso sólo genera agua, o puede ser algún hidrocarburo como el gas natural).
¿Qué consideración hacés del trabajo de la mujer dentro del campo científico? ¿Es muy diferente ser una mujer científica que un hombre científico?
Cuando comencé mi carrera creía, como muchos científicos, en el ethos de la Ciencia, en la pureza de la investigación en la que, claramente, las diferencias entre sexos no afectaban la objetividad de los análisis, metodologías o resultados. Con el paso del tiempo, una descubre que como cualquier actividad inmersa en la cultura, la científica también se sigue guiando por los mismos patrones que el resto de la sociedad. Yo veo la influencia de una cultura machista en, principalmente, dos aspectos. Por un lado, las actividades más técnicas, sobre todo las relacionadas al uso de herramientas, se ven como propias del sexo masculino, y hay que “pedir permiso” para que dejen a una mujer usarlas, evitando la “caballerosidad” innata de algunos colegas. Por otro lado, está el tema de los cargos jerárquicos que, en varios estudios sociológicos, se ha demostrado que las mujeres son proporcionalmente menos a medida que se sube en la escala de jerarquía. También en el rol materno, las cosas pueden ser complicadas si no se cuenta con una pareja con la que se compartan a pleno las responsabilidades que, en mi caso, agradezco haberla tenido.
Además de científica e investigadora, sos maestra. ¿Por qué elegiste la docencia? ¿Cómo se transmite la pasión por la ciencia a los niños?
La docencia también es parte de mi pasión. Así que trasmitir el placer del descubrimiento y ayudar a los más chicos y a sus docentes a no perder esa curiosidad innata que, creo, posee el ser humano, me parece un tesoro único. Participar de actividades que nos ayuden a mirar el mundo desde una visión más crítica me parece que es fundamental para el desarrollo de la sociedad en su conjunto. No sé cómo se transmite la pasión, pero sí creo que se pueden tener en cuenta dos cosas: la primera es que la barrera para llegar a comprender algo no debe ser demasiado alta para no desalentar y, por otro lado, recordar cuánto nos costó comprender o asimilar algunas ideas que nos parecían muy complejas, para ayudar a nuestro alumnos a recorrer ese camino, favoreciendo el placer por entender y de descubrir nuevos fenómenos.
Quién es Adriana Serquis
Nació el 7 de noviembre de 1967 en la ciudad de Buenos Aires. Estudió Física en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y, posteriormente, obtuvo su Doctorado en el Instituto Balseiro- Centro Atómico Bariloche, donde trabaja en la actualidad. Es investigadora del Conicet. Realizó un posdoctorado en Los Alamos National Laboratory, en los Estados Unidos, y ha recibido numerosas distinciones. Fue docente en la UBA. Directora de cuatro tesis doctorales y tres de maestría. Publicó más de 80 trabajos en revistas internacionales, cuenta con dos patentes y con cuatro capítulos de libros. Fue invitada a varias conferencias. Dirigió más de quince proyectos incluyendo convenios de cooperación con Estados Unidos, Brasil y Alemania. Es Coordinadora del Área TEMMM del Sistema de Evaluación de Proyectos ANPCyT. Fue distinguida con Los Alamos Award Program (2002), Premio Houssay (2007) Categoría Investigador Joven, Mención de honor Premio Nacional L´Oréal – Unesco Por la mujer en la ciencia (2010), Premio Konex (2013) y el Premio L´Oréal – Unesco 2014 por las Mujeres en la Ciencia en colaboración con el CONICET.