La extensión de vida de la Central Nuclear Embalse sigue a todo vapor

Por Sebastián De Toma. En U-238 # 24 Noviembre – Diciembre 2016

Los cuatro generadores que darán vida durante los próximos 30 años a la renovada planta duermen ya bajo cielo cordobés. Fueron fabricados por la empresa nacional IMPSA y serán instalados a principios de 2017.

Entre mediados de agosto y los primeros días del mes de septiembre de este año, la Central Nuclear Embalse (CNE) recibió los cuatro generadores de vapor que son parte del proceso de extensión de vida, o revamping, que se está llevando en la planta atómica cordobesa y que reacondicionará todos los componentes de ella para que entregue energía por 30 años más. El recambio de los cuatro generadores es un paso clave, junto con el cambio del núcleo del reactor, para la prolongación de la vida útil de la usina eléctrica.

Estos generadores fueron desarrolladores por la empresa mendocina Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA), especializada en la ingeniería pesada. El viaje a Embalse se realizó en dos tandas, desde la planta cuyana hasta su destino en Córdoba, en camiones especialmente preparados para trasladar piezas de 130 toneladas y 13 metros de largo cada una.

Los vehículos que realizaron la travesía de cuatro días son impresionantes por sí mismos: tienen 440 caballos de fuerza y llevaron adjuntos a su carrocería un contrapeso que hace que cada uno de los vehículos pese 24 toneladas.

Una vez que llegaron a la CNE, los componentes fueron guardados en un edificio construido específicamente para tal fin, hasta que llegue el momento de realizar el reemplazo, que llevarán a cabo los técnicos y profesionales de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) que diseñaron el complejo proceso y luego se entrenaron años para llevarlo a cabo.

En el acto que tuvo lugar cuando arribaron los dos últimos generadores, estuvieron presentes el secretario de Ambiente y Cambio Climático de la provincia de Córdoba, Javier Britch, el intendente de la ciudad de Embalse, Federico Alesandri, el presidente de NA-SA, Rubén Omar Semmoloni, el responsable de Desarrollo de Negocios de IMPSA, Tomás Roby, y representantes sindicales, entre otras autoridades.

En relación con el fin de esta etapa de construcción de los generadores y el comienzo del recambio, el ingeniero Semmoloni aseguró que “este proyecto nos permite el desarrollo de nuestras propias capacidades, sustituir importaciones, como también concluir que es imposible llevar a cabo el desarrollo de nuestro país si no es a través de la formación de recursos humanos especializados y el impulso a la industria nacional para achicar la brecha tecnológica con los países desarrollados”. Y subrayó que “esto nos permite el crecimiento de una economía sustentable en términos de una sociedad cada vez más justa”.

Fin de una etapa

Pablo Luna, jefe del Departamento Montaje de Generadores de Vapor de NA-SA, trabaja desde el comienzo en el proyecto de recambio de estas cuatro piezas fundamentales. Explica, en una charla que mantuvo con U-238 al poco tiempo de la llegada de los generadores, que este proceso es histórico, porque los canadienses de Candu Energy no la diseñaron con la posibilidad de cambiar estos equipos tan grandes en mente, y por esto el reemplazo tiene que adaptarse al diseño.

El arribo de los generadores, cuenta Luna, “es una de las últimas etapas de un largo proceso de fabricación que comenzó allá en junio de 2010”, con la firma del contrato con IMPSA. “El transporte fue algo muy simbólico porque representa la parte más visible de algo que se pudo finalizar y de todo un proceso que duró seis años”, sopesa.

Los seis años transcurridos tienen que ver con los requerimientos especiales que necesita cualquier desarrollo de ingeniería para la industria nuclear. “En la fabricación de un componente nuclear clase 1 se requieren calificaciones especiales y los estándares de fabricación más exigentes dentro de la industria nuclear”, desarrolla el especialista. Así, IMPSA tuvo que readquirir su calificación correspondiente, específicamente el código ASME (Asociación Americana de Ingenieros Mecánicos, por sus siglas en inglés), sección III, clase 1 (conocido como ASME nuclear), que tiene que estar avalado por un ente independiente. Luego de obtener estos certificados, tuvieron que fabricar muestras para demostrar la calidad de sus productos y esas muestras se sometieron a ensayos e inspecciones. Esto ocurrió, por ejemplo, “con un intercambiador de calor”, precisa Luna. “Este intercambiador posee placas a las que se sueldan los tubos intercambiadores de calor —ejemplifica—, y el proceso de soldadura de esos tubos tuvo que ser calificado: fabricaron la muestra, la pusieron a nuestra disposición, nosotros la analizamos en conjunto con el diseñador original de la CNE, Candu Energy. En sus laboratorios se analizó la muestra, se hicieron ensayos destructivos y no destructivos y con eso se arribó a la conclusión de que el proceso estaba bien implementado y se podía continuar la producción”.

Futuro

A partir de ahora, que los cuatro generadores están resguardados en el predio de la CNE, lo que resta, y en lo que ya se está trabajando, es en la “remoción de interferencias”, al decir de Luna; es decir, desarmar todo tipo de estructuras, sistemas y componentes, que les permitan retirar los componentes viejos e instalar los nuevos. “Es uno de los trabajos más complejos, desde el punto de vista del montaje mecánico, que se está afrontando hoy en día en Embalse, que también está llevando a cabo el reemplazo del núcleo del reactor, la otra gran actividad que debe realizarse durante la parada”, analiza el jefe del Departamento Montaje de Generadores de Vapor de NA-SA. “La complejidad viene de la magnitud del componente que queremos reemplazar, que mide 20 metros de altura, entre dos y medio y cuatro metros de diámetro y pesa 200 toneladas”.

Tras terminar con la remoción de interferencias, los trabajadores de la CNE tienen una ventana crítica de ocho semanas para reemplazar los componentes. Estos trabajos se estima que comenzarán entre febrero y marzo de 2017, y se extenderán, por consiguiente, hasta finales del mencionado año.