La empresa estatal rusa Rosatom espera el llamado a licitación para construir una nueva central nuclear de uranio enriquecido en el territorio argentino, la cual podría demandar una inversión de 5.000 millones de dólares.
Para poder adjudicarse la obra, Rosatom deberá competir con empresas de Francia, China, Canadá y Corea del Sur. Uno de los ítems por los que deberán disputar es la financiación, un aspecto que interesa mucho al Estado nacional y que puede definir la balanza.
De acuerdo con Iván Dybov, presidente y director de Relaciones Públicas de la estatal rusa, la financiación de este tipo de obras es a pedido del cliente, y si pide la totalidad la firma puede encararla.
De hecho, Rosatom ya lo ha hecho con una central que construyó y financió en Turquía, de la cual hoy es propietario y vende energía. Sin embargo, en este caso sería diferente porque el Estado argentino será el propietario de la central.
Se estima que el llamado a licitación se concretará en el tercer trimestre, tras la inauguración de la Central Nuclear Atucha II. Con la incorporación de una nueva planta, el porcentaje que aporta la energía atómica a la matriz energética podría llegar a un 18%.