La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) considera a La Pampa como un área prioritaria para la búsqueda de uranio y material radiactivo con vistas a aprovisionar a las centrales nucleares en funcionamiento y aquellas a construirse.
El territorio pampeano tiene una potencialidad uranífera importante, pero aún hay que estudiar en qué cantidad y si es comercialmente explotable. Para ello, se realizarán una serie de estudios, desde carteo geológico, hasta geoquímica, estudio de imágenes satelitales ópticas y de radar, que van a contribuir a incrementar el grado de conocimiento.
Uno de los «cateos» pedidos por la CNEA se denomina Lucas y se ubica al oeste de la provincia pampeana, colindante con Mendoza y en cercanías de las áreas petroleras más recientes de la zona. Este cateo está en su primera etapa de desarrollo: revisión de información y análisis de muestras del subsuelo, principalmente aquellas tomadas de las perforaciones petroleras cercanas.
La búsqueda de minerales radiactivos se haría en cuatro ambientes geológicos: Cuenca Neuquina, afloramientos del ciclo magmático Choi Yoi, Bloque del Chadileuvú y la proyección en el territorio de Sierras Pampeanas. Todos ellos están ubicados en la franja oeste del territorio provincial, aunque algunas manifestaciones del ciclo magmático Choi Yoi -al que corresponden las sierras de Lihué Calel- y pequeños afloramientos de Sierras Pampeanas se encuentran en una posición más central.