Tras la firma de un memorándum de entendimiento entre China y Argentina, el cual ratifica la construcción de dos nuevas centrales nucleares, la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) renueva sus esperanzas, ya que estos contratos podrían garantizarle diez años más de trabajo.
En el documento firmado, Argentina y China se comprometen a acelerar las negociaciones para la construcción de la primera de las centrales acordadas para el primer trimestre de 2017, y la segunda para el 2019.
Según trascendió, la cuarta unidad será de tecnología CANDU, similar a la de Embalse, que usa agua pesada; mientras que la quinta central nuclear contará con un reactor PWR que implica un salto hacia el uranio enriquecido y de agua liviana.
De acuerdo con Ignacio Maffei, del área de comunicación de la PIAP, “si los contratos se firman será una buena noticia. Son más o menos diez años de producción, que para nuestra fábrica es más que bueno, porque además hay que hacer toneladas para stock”.
Actualmente, la planta se encuentra en período de mantenimiento. La idea es que en septiembre vuelva a arrancar para hacer producción para stockear, que se entrega a Nucleoeléctrica Argentina para abastecer Atucha I, II y Embalse.