Desde el pasado domingo 22 de septiembre, la central nuclear valenciana de Cofrentes (España) ha iniciado una nueva parada programada para sustituir 256 elementos de combustible de los 624 que contiene la vasija. Esta reposición -la decimonovena- permitirá garantizar otro nuevo periodo de dos años de producción eléctrica.
Durante la parada programada también se llevarán a cabo más de 14.000 trabajos, que incluyen tareas de modernización, mantenimiento y conservación que no se pueden realizar con la planta en producción. Por otra parte, se realizarán 49 modificaciones de diseño que implicarán mejoras tecnológicas en la eficacia de procesos, en el mantenimiento y la operación, y la seguridad.
La decimonovena recarga de combustible de la central nuclear tendrá una duración aproximada de un mes y medio, con una inversión de 21 millones de euros, que se suman a los 41 millones de euros que la empresa operadora invierte a lo largo de todo el año. Durante el lapso que la planta permanecerá parada, trabajarán 1.200 profesionales adicionales, que se sumarán a los 600 empleados permanentes.