TEPCO, la empresa operadora de la Central Nuclear de Fukushima introdujo un nuevo robot en el reactor número 1, con el objetivo de medir la radiactividad en el interior y evaluar su estado de cara al futuro desmantelamiento.
El dispositivo, autopropulsado y manejado por control remoto, está equipado con cámara de vídeo, termómetro y dosímetro para registrar los niveles de radiación, entre otros sensores, según informó TEPCO.
A partir de los datos e imágenes captados, los expertos tratarán de determinar la supuesta presencia de combustible fundido que pudo filtrarse desde el núcleo del reactor hasta el fondo de la vasija de contención, algo que hasta ahora no se pudo confirmar.
Evaluar las condiciones en el interior del reactor es un paso necesario para elaborar un plan para retirar el combustible nuclear, aunque esta tarea se ve dificultada por los altos niveles de radiactividad dentro de las instalaciones nucleares.
TEPCO ya introdujo dos robots en la unidad 1 de la central pero ambos fueron abandonados en el interior después de que el primero se atascara y el segundo quedara inoperativo por la altísima radiación.
Otro aparato enviado el mes pasado dentro de la unidad 2 también quedó obturado y su electrónica resultó dañada por la radiactividad, aunque las imágenes que recogió aportaron información relevante sobre las condiciones del reactor, según la compañía.
En 2011, los reactores 1, 2 y 3 de la Central Nuclear de Fukushima sufrieron fusiones parciales de sus núcleos a raíz del desastre que originó un terremoto y posterior tsunami, y conocer el estado exacto de las barras de combustible es fundamental para su manejo y retirada.