Un informe recientemente publicado por el Instituto Polaco de Asuntos Internacionales señala que el mayor reto al que se enfrenta Polonia en la construcción de nuevas centrales nucleares es encontrar un modelo financiero adecuado a la inversión necesaria. Sugiere que la solución se encuentra en los “contratos por la diferencia”, ya que reducen el riesgo para los inversores pero a la vez son parte de un modelo de mercado.
El informe indica que muchos polacos, conscientes de que el país depende en gran medida de las importaciones de petróleo y gas de Rusia, consideran a la energía nuclear como una manera de mejorar su independencia energética. Por otro lado, el documento también incluye encuestas de opinión que muestran que el 48% de los polacos apoya la energía nuclear como una manera de conseguir seguridad energética.
A principios de este año, la empresa energética Polska Grupa Energetyczna (PGE) anunció que en torno al año 2020 podría iniciarse la construcción de la primera central nuclear polaca. Según el Ministro de Economía polaco, para 2030 el país tiene previsto generar el 12% de su electricidad mediante energía nuclear, y su primer reactor estará en operación comercial en 2024.
