Al ser entrevistado por el portal Infobae, Rafael Grossi, experto nuclear y embajador argentino en Viena, brindó su opinión sobre el rápido avance del programa militar de Corea del Norte y advirtió que el régimen de Kim Jong-un no se rige por los principios clásicos de la política internacional y tiene una lógica de destrucción.
Como ex director general adjunto del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Grossi tuvo la posibilidad de visitar en varias oportunidades las plantas atómicas del régimen de Kim Jong-un. Por lo que aseguró que Pyongyang cuenta con entre 16 y 30 cabezas nucleares, lo que hace muy difícil una posible negociación que implique un desarme.
“El avance (del programa militar norcoreano) ha sido relativamente rápido, si tenemos en cuenta en particular en los últimos dos años. No hay dudas de que tienen las ojivas, y los misiles. Quiere decir que la amenaza está, existe, es una realidad con la que tenemos que contar», señaló el experto.
“Hay una consolidación muy evidente de las capacidades bélicas, en particular del área nuclear”, aseguró el embajador argentino en Viena, haciendo referencia a que, en los últimos diez años, Corea del Norte viene realizando ensayos nucleares: en 2006, 2009, 2013 y 2016 (dos veces en este último año).
Grossi –quien también se desempeñó como titular del Grupo de Países Suministradores Nucleares (NSG)– destacó que, aunque Kim Jong-un no alcance aún las metas de su programa nuclear, «ya logró lo que quería». «Independientemente de que lo consiga en los hechos, el efecto disuasivo ya existe. En estas cuestiones, la incertidumbre, la duda, ya es suficiente. Usted no quiere probar si lo que tiene Corea del Norte funciona o no funciona», resaltó.
No obstante, insistió en el diálogo como única salida, al advertir que una guerra en la península coreana «sería de altísima volatilidad», ya que Corea del Norte está rodeado de países como China, la Federación Rusia y Corea del Sur, que probablemente tenga armamento de Estados Unidos.