En la central nuclear de Kola (ubicada al norte de la parte europea de Rusia) comenzaron los trabajos de restablecimiento de las propiedades físico-mecánicas del metal del que está hecha la vasija de su reactor Nº 1.
El proceso consiste en un tratamiento de recocción que durará unos 15 días. Para ello, se calentará la vasija hasta 475º Celsius, se la mantendrá a esta temperatura durante 150 horas y luego se irá enfriándola.
Con el fin de determinar el estado de la vasija, en 2016 fueron extraídas de su interior unas muestras de metal y sometidas a recocción en el Instituto Kurchátov, donde se desarrolló este método innovador y eficaz que permite garantizar la explotación segura de los reactores.
Trabajos similares ya se llevaron a cabo en esta central en 1989 y 2016, así como en los reactores de las centrales de Novovorónezh, de Rovno (Ucrania), de Armenia, de Greifswald (Alemania) y de Kozloduy (Bulgaria).
La central nuclear de Kola, filial del consorcio Rosenergoatom, posee cuatro reactores VVER de 440 megavatios cada uno, que generan un 60% de la electricidad que se consume en la provincia de Múrmansk y también proveen de energía a la República de Karelia.