El vice primer ministro ucraniano Vladímir Kistion aseguró que su país compra a Rusia el 85% del combustible que requieren sus plantas nucleares construidas en la época soviética. «A día de hoy casi el 85% del combustible nuclear que utilizan nuestras centrales procede de Rusia», dijo Kistion.
Este año, adelantó el vice primer ministro ucraniano, las plantas nucleares ucranianas recibirán 17 cargamentos de combustible nuclear, 12 de ellos provendrán de TVEL, la mayor empresa rusa del sector. Los cinco restantes, indicó, los adquirirán a la firma estadounidense Westinghouse.
Ante esta situación, varios expertos han advertido el peligro que representa el uso del combustible estadounidense en las centrales construidas con tecnología soviética. De hecho, el Departamento para la No Proliferación Nuclear de la Cancillería rusa expresó anteriormente que existen dudas de que las plantas ucranianas puedan funcionar sin incidentes con otro combustible que no sea el ruso.
El combustible norteamericano ya presentó algunos incidentes. Por ejemplo, hace unos años, Finlandia rechazó las barras de combustible de Westinghouse debido a una serie de problemas en la central de Loviisa. En 2009 República Checa también retiró el combustible nuclear estadounidense de su planta de Temelin por el riesgo de fuga en 67 barras de uranio.