Ayer lunes 20 de enero, la empresa Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) recordó el 30° aniversario del inicio de la operación comercial de la Central Nuclear Embalse, ubicada en la provincia de Córdoba.
Embalse es cronológicamente la segunda central nuclear del país y tiene una potencia instalada de 648 MWe. En estos 30 años de operación, la central de tipo CANDU ha generado 142.190.275 MWeh, y se ha consolidado como un modelo en el mundo por sus excelentes valores de performance.
A ello se suma la producción de Cobalto 60, un radioisótopo que se utiliza con fines médicos, industriales y de investigación. De esta manera, Embalse se ha constituido en uno de los principales abastecedores del mercado local y mundial.
Por otra parte, en el año 2007 NA-SA inició las acciones para la prolongación de la vida útil de la planta con los estudios de factibilidad y envejecimiento de los sistemas. Cuando los trabajos concluyan la central estará en perfectas condiciones para seguir operando por un nuevo ciclo de 30 años, con una potencia cercana a los 700 megavatios.
En marzo tendrán que festejar los dos años de funcionamiento con la licencia de operación vencida. Uno de los tantos privilegios que otorga tener un regulador (ARN) obediente, disciplinado y con una vocación defensiva de la industria nuclear más que de seguridad para la población. Embalse debe estar cerrada desde 2012 y reconstruirla es un disparate económico, energético y ambiental. #CórdobaNoNuclear