Los días 25 y 26 de abril se desarrolló, en la Cancillería Argentina, el Seminario Internacional “La Política Nuclear en la Argentina y el Mundo”, organizado por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), la Universidad Nacional de San Martín y la Universidad de San Andrés. El evento se dividió en seis mesas temáticas en las que participaron académicos, investigadores y profesionales provenientes del sector nuclear nacional y extranjero.
El acto de clausura estuvo a cargo del Licenciado Julián Gadano, Vicepresidente Segundo de la ARN, y del Embajador Rafael Grossi, Director General Asistente del Organismo Internacional de Energía Atómica. Ambos funcionarios debatieron en una cómoda atmósfera sobre el Tratado de No Proliferación Nuclear y la relación de cooperación que han mantenido en los últimos años Argentina y Brasil. Además, respondieron preguntas del público presente.
Finalmente, en el cierre del Seminario oficiaron de oradores el ingeniero José Luís Antúnez, presidente de NA-S.A., el ingeniero Enrique Cinat, de la CNEA, el ingeniero Juan Pablo Ordoñez, de INVAP, y el doctor Francisco Spano, Presidente del Directorio de la ARN.
En esta oportunidad, el doctor Spano hizo referencia a los conceptos de Safety and Security y al accidente de la Central Nuclear de Fukushima, que constituyó un tema de debate importante dentro del Seminario. En este sentido, afirmó: “El problema de la seguridad en la actividad nuclear en Fukushima, exclusivamente, está relacionado con esos modelos de instalaciones, con esas contenciones, con esos sitios donde están emplazadas y, esencialmente, con esa manera de regular ‘a la japonesa’ las instalaciones”.
“Los modelos de reactores, las contenciones, los sitios y la manera de regular en Argentina es absolutamente distinta –continuó Spano– o sea, lo que garantiza la seguridad en la actividad nuclear es una buena prevención por diseño, por procedimiento, por capacitación del personal, pero también tenemos una contundente mitigación”, explicó el presidente de ARN.
Respecto a la security, expresó que “en Japón se abarataron los costos” y que “la tecnología podría haber evitado el accidente”. Por otro lado, aseguró que “Argentina tiene más de 60 años de actividad nuclear y un plan nuclear maduro, pero la mejor garantía de que se está teniendo una buena security es tener un buen órgano regulador y un buen esquema de regulación que tenga una cultura de la seguridad que solvente técnicamente el desarrollo de esas prácticas dentro de un marco normativo”, concluyó Spano.