El pasado jueves 24 de octubre, en la central nuclear Ascó, ubicada en Tarragona (España) se realizó el preceptivo simulacro anual, conforme a los requerimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior (PEI).
El ejercicio comenzó a las 9 horas con la simulación de un incendio en la unidad II de Ascó, de duración superior a diez minutos, lo que provocó daños en la turbina y en un equipo de seguridad. Además, se simuló la pérdida de refrigerante del reactor, generando daños en el núcleo y altas dosis de radiación dentro del edificio de contención así como liberación radiactiva al exterior.
Ante esta situación, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que participó del ejercicio, envió a la zona sus equipos de apoyo externo para realizar los controles radiológicos pertinentes. Además, como medida preventiva, recomendó a la subdelegación del gobierno de Tarragona la evacuación de toda la población en un radio de 5 kilómetros en torno a la central, así como el confinamiento y la ingesta de pastillas de ioduro potásico para los habitantes ubicados en un radio de 10 kilómetros.
Durante el simulacro la central declaró la «Emergencia General» (Categoría 4), de su Plan de Emergencia Interior y, por precaución, se simuló la parada de la unidad I de la central y la evacuación de todo el personal no necesario para afrontar la emergencia. A partir de las 12.55 horas, la unidad II recuperó sus equipos de seguridad y la situación quedó normalizada.
Un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado como accidente de nivel 4 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). Por su parte, el CSN alcanzó el modo 3 de su Organización de Respuesta ante Emergencias, lo que implica la activación de todo su personal necesario.