El pasado martes 17 de septiembre, la Central Nuclear de Trillo –ubicada en el municipio homónimo en Guadalajara, España– realizó el preceptivo simulacro anual, conforme a los requerimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior.
El ejercicio comenzó con la declaración de un incendio, de duración superior a 10 minutos, que afectaba a un sistema de seguridad (generador diesel de salvaguardia) y que fue extinguido por la brigada contra incendios propia de la planta.
Durante el ejercicio también se simuló la existencia de un terremoto de magnitud igual o superior a la base de diseño que generó la pérdida de energía eléctrica exterior y parte del suministro eléctrico interior. Además, una réplica del movimiento sísmico afectó al sistema de refrigeración de la planta.
Como consecuencia, se decretó dentro de la central la categoría IV («emergencia general»), lo que supone la evacuación de los trabajadores no esenciales y la permanencia en planta de todos los medios humanos previstos para afrontar cualquier medida que se necesite. Dentro de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), un evento de esta naturaleza habría sido clasificado de nivel 3.