La World Nuclear Association (WNA) publicó un nuevo informe titulado «Nuclear Power Economics and Project Structuring«, en el que indica que la energía nuclear es una fuente económica de generación eléctrica que combina seguridad de suministro, bajas emisiones de gases de efecto invernadero y competitividad en los costes a largo plazo.
Según este informe, los costos de funcionamiento de las centrales existentes suelen ser muy competitivos y para su buen funcionamiento necesitan un grado elevado de previsibilidad. Añade que precisamente en los países en los que se ha mantenido un programa de energía nuclear activo, los costos no sólo han tenido una menor subida, sino que han llegado incluso a reducirse.
En este sentido, la WNA señala que un factor importante en la gestión de los costos es reducir los tiempos de construcción para las nuevas plantas, especialmente en los mercados desregularizados donde la incertidumbre económica dificulta este tipo de inversiones. En los últimos 15 años, la media de tiempo global de construcción para un nuevo reactor ha bajado de unos diez años a menos de seis años.
Finalmente, los autores del informe advierten que el hecho de que no se incluyan los costos medioambientales totales de los combustibles fósiles, añadido a las subvenciones de las que disfrutan las renovables, supone una amenaza para la operación de la energía nuclear, tanto la de nueva construcción como la actual.