El conglomerado japonés Toshiba estima una pérdida neta de 950.000 millones de yenes (8.453 millones de dólares) para el ejercicio 2016, que concluyó el pasado 31 de marzo. Esta cifra implica un aumento de un 106% en sus números rojos de 460.000 millones de yenes del período anterior.
El principal motivo de las pérdidas de Toshiba en el último ejercicio ha sido la quiebra de su negocio nuclear estadounidense, Westinghouse Electric. El incremento de los costos laborales y de la construcción de las nuevas centrales atómicas en el país del norte le generó un grave endeudamiento a la filial.
En la actualidad, Westinghouse está construyendo ocho reactores de agua presurizada de tecnología AP1000: cuatro en Estados Unidos (dos en Vogtle y dos en Summer) y cuatro en China (dos en Sanmen y dos en Haiyang), con la firma S&W como socio del consorcio.
Tanto Toshiba como Westinghouse aclararon que la crisis financiera afecta solo a los proyectos en Estados Unidos. De hecho, ya se acordó la transferencia de la administración del proyecto Vogtle de Westinghouse a Southern Nuclear y Georgia Power, lo que incluye el contrato de ingeniería, adquisiciones y construcción de la central.
Tras comunicar sus pérdidas estimadas, el conglomerado japonés de electrónica e infraestructuras indicó que ahora espera liquidar su deuda a través de la inyección de capital externo en su escindida rama de chips, y emitió una previsión provisional en la que espera retornar a beneficios.