El acelerador de partículas más potente del mundo, conocido como el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), volvió a ponerse en funcionamiento el pasado 5 de abril, luego de que se solucionara el cortocircuito en una de sus secciones magnéticas.
A las 08:41 de la mañana comenzó a circular un haz de protones por los 27 kilómetros del LHC, seguido a las 10:27 por un segundo haz en dirección contraria. Ambos haces se mueven con una energía de 450 gigaelectronvoltios. En los próximos días los operadores comprobarán todos los sistemas, antes de que se aumente esa energía.
Se comienza así con la segunda etapa de experimentos, tras una pausa de dos años, durante los cuales la máquina fue sometida a actualizaciones, reparaciones y mantenimiento. Ahora, el LHC aplastará protones con el doble de energía que tenía antes.
El acelerador de partículas, situado a unos 100 metros bajo tierra en la frontera entre Suiza y Francia, había permitido confirmar la existencia del Bosón de Higgs en 2013. Ahora los investigadores quieren volver a indagar en otros misterios del Universo, como la existencia de la materia oscura y la supersimetría.
Está previsto que el renovado LHC funcione hasta 2035. En caso de que hasta entonces los investigadores no descubran nada, ya hay planes para construir un nuevo y mucho más potente acelerador de partículas.