Científicos en la era TED

12Por Sebastián Scigliano. En U-238 #17 Mayo-Junio 2015.

En su búsqueda constante por difundir lo que hacen, muchos científicos e investigadores se han visto atraídos por el modelo de encuentros que más adeptos ha convocado en los últimos años: las charlas TED. Dos de ellos cuentan aquí ventajas y temores de participar en esos masivos eventos de intercambio de ideas.

Han dejado de ser una moda. El formato de intervenciones más o menos breves protagonizadas por quienes tengan algo que decir sobre un menú variado de intereses y motivaciones frente a un auditorio relativamente masivo para escuchar lo que, a priori, no parecería despertar el interés espontáneo de todos esos asistentes y, mucho menos, el de todos ellos juntos, ha pasado a ser casi un clásico de la vida urbana contemporánea. TED es la marca que ha hecho de ese modo de difundir y expandir ciertos conocimientos un verdadero furor, si se atiende al crecimiento que los encuentros TED tienen desde que empezaron su camino hasta ahora.

El formato viene de maravillas para otra de las olas que han crecido en el último tiempo, que este y otros modos de difusión han ayudado revitalizar: la divulgación científica. Así pues, TED y ciencia parece un maridaje casi inevitable y es así cómo muchos científicos e investigadores participan de ese novedoso dispositivo de intercambio de ideas.

Un mundo nuevo

“Casi no conocía las charlas TED antes de participar”, confiesa Ariel Lutenberg, Profesor Adjunto en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires y docente también en la Universidad Tecnológica Nacional, que participó del encuentro TEDx Río de la Plata en 2014. “Desde el comienzo los organizadores me hicieron sentir que esta presentación iba a ser muy importante, con una cantidad enorme de gente presente y una repercusión muy alta en las redes. Por lo tanto, mi sensación fue una mezcla de alegría, ansiedad y también de temor”, agrega. Ariel es, además, Investigador Asistente del CONICET y Director del Laboratorio de Sistemas Embebidos de la UBA, y de la Carrera de Especialización en la misma universidad. Lo que llevó a Ariel al escenario de TED es su participación en el desarrollo de la Computadora Industrial Argentina Abierta, un emprendimiento tecnológico local y en red, con algo así como un código abierto. “Desde ahora, la CIA no tiene secretos”, bromeó Ariel durante la charla.

El temor y la ansiedad ante el enorme auditorio —se calcula que participaron de la edición 2014 unas 10 mil personas— es algo que también puso en vilo a Carolina Vera, meteoróloga, investigadora del CONICET y directora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera, CIMA. “Lo que me produjo más presión fue el hecho de saber que me estaban grabando y que eso quedaba para la posteridad”, cuenta Carolina, “porque aún el hecho de estar ante 10 mil personas uno lo puedo manejar, podés generar vínculos, mirar a la gente, que es algo que a mí me gusta cuando hablo. Pero lo de que quedaba grabado, me trabó un poco”. Carolina se dedica a tratar de entender, para después pronosticar, los fenómenos de la variabilidad climática que afectan a nuestro país. “Son todos esos patrones que cambian en semanas, meses o años, y mi trabajo es tratar de entenderlos para después pronosticarlos. Es un desafío muy importante porque la naturaleza caótica del clima impide ir más de allá de unos días para tener un buen pronóstico, pero hay fenómenos, como por ejemplo el de El Niño, que nos dan más posibilidades de predictibilidad”, cuenta. Respecto del, para ella, nuevo modo de intervención pública cuenta que “durante todo el tiempo de preparación de la charla fue un desafío muy grande sacarme el ‘señorita maestra’ de cómo hablo, porque en las Charlas TED no quieren que des clases, sino que seas vos transmitiendo una idea, también con un gran componente personal, con tu historia, tus motivaciones y tus preocupaciones”.

Lo cierto es que, más allá de lo más o menos extraño del formato, para muchos investigadores y científicos un ámbito como los encuentros TED implican un escenario y un auditorio que difícilmente encuentren en sus rutinas de trabajo. Y si el interés por contar eso que hacen es genuino, entonces esa posibilidad se vuelve más tentadora aún. “A mí me encantó la propuesta, porque en general le dedico mucho tiempo a comunicar y a tratar de divulgar las ciencias del clima”, advierte Carolina. “No hay duda de que las charlas TED son una gran oportunidad para eso, porque el formato que tienen en el día que uno da la charla te da un marco irrepetible. Hablar para 10 mil personas es algo impresionante y, a la vez, un desafío enorme”, reflexiona.

Para Ariel, en tanto, “el proyecto que estamos haciendo es muy interesante y es, seguramente, una de las razones por las que me convocaron, hablar sobre eso que es interesante. Y el marco que se presenta en los encuentros TED es casi irrepetible”.

Sin embargo, también es cierto que intervenciones de este tipo se prestan a posibles críticas en cuanto a la eventual banalización de los temas que allí se tratan. Ariel Lutenberg, sin embargo, rechaza esa posibilidad de plano. “No, eso no es cierto. Simplemente es un medio más de difusión, como tantos otros, y de ninguna manera eso supone que vaya a banalizarse nada”, dice. Carolina Vega opina en el mismo sentido, no obstante lo cual se encarga de aclarar que, efectivamente, el balance entre rigor científico y divulgación es algo en lo que trabaja. “Es un desafío constante tener un balance entre explicar y hacer más sencillos los conceptos y ser rigurosos”, dice. “En particular, con respecto al tema del clima, tenemos una limitación en Argentina, en la escuela no se enseña lo suficiente sobre meteorología o, en todo caso, no se la liga con física, sino más con la geografía. Entonces, desde la Facultad de Ciencias Exactas estamos tratando de ir incorporando nuevos conceptos como para que la gente pueda entender un poco más sobre el clima”.

Un país nuevo

El interés que la ciencia ha despertado en audiencias cada vez más amplias es un dato de la realidad argentina del último tiempo. A las políticas públicas que se dedicaron a revitalizar el lugar de la ciencia para el desarrollo se le han sumado muchas iniciativas de divulgación, entre las que las conferencias TED son una más. Para Carolina, “los temas de ciencias han despertado más interés y motivación para el público en general, lo que ha hecho que haya muchas más noticias sobre ciencia, cosa que para nosotros es importante porque no hace falta que todo el mundo sea científico, pero sí todos tenemos que tomar decisiones en la vida, hasta cómo votar o qué auto comprarse, y el conocimiento científico ayuda mucho a eso”. Al mismo tiempo, ella misma reconoce que la situación por la que atraviesa la ciencia en nuestro país es ciertamente alentadora: “Desde el año 2003 hasta la fecha, los científicos hemos experimentado una situación inédita en Argentina”, admite, y cuenta: “Hace más de 30 años que investigo y realmente el apoyo que hemos tenido en estos últimos 12 años ha sido inédito. Realmente hemos podido crecer. Es evidente que con un poco de apoyo, y en este caso hemos recibido más de lo normal, la comunidad científica argentina es capaz de desarrollar cosas increíbles, porque nos acostumbramos a ser a prueba de balas. Cuando nos dan un poco más, se da esta explosión. Por un lado, la comunidad científica está muy contenta, pero por el otro está muy preocupada porque esta sea una política de estado, que la mantenga un gobierno que venga con el convencimiento de que, para que Argentina pueda crecer, necesita tener su propio conocimiento para poder aplicarlo en beneficio de la sociedad”.

Galaxia TED

Del inglés “Tecnology, Entrertainment and Design”, el formato de Charlas TED se ha venido imponiendo durante los últimos años como un nuevo formato global para la difusión y el intercambio de ideas y saberes. Bajo el lema “Ideas dignas de difundir”, esta organización sin fines de lucro ha extendido sus de redes a muchos rincones del planta, bajo el formato TEDx, algo así como una licencia que TED central entrega desde 2009 a organizaciones descentralizadas para que reproduzcan el formato. En el caso local, se trata del encuentro TEDx Río de la Plata, paraguas bajo el que se desarrolla la modalidad por estas pampas.

Los encuentros de TED central comenzaron en 1984 impulsados por los norteamericanos Richard Wurman y Harry Marks y desde 2000 se realizan anualmente, sin interrupción. Por el escenario de esas convenciones han pasado figuras como Bill Clinton, Bill Gates, los fundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page, aunque también personajes controversiales, como el popular pastor evangelista Bill Graham.