La desigualdad de género sigue siendo una realidad cotidiana para las mujeres y niñas del mundo y aunque el Organismo Internacional de Energía Atómica ha puesto mucha energía en combatirlo, en la Argentina la estadística nos arroja cifras que deben ser tenidas en cuenta.
Convencidos de que aún queda mucho por hacer, el OIEA y otras cinco organizaciones de las Naciones Unidas con sede en Viena se han unido para lanzar una campaña de promoción del Día Internacional de la Mujer 2020 con el hashtag #WeMustDoBetter (podemos hacerlo mejor).
Las Naciones Unidas, aquí en Viena y en todo el mundo, han hecho mucho para promover la igualdad de género, pero queda mucho por hacer.
Desde las organizaciones convocantes aseguran que «Creemos firmemente que #WeMustDoBetter , e invitan a «que te unas a esta campaña compartiendo el video y difundiendo este importante mensaje».
En Argentina
La situación en nuestro país viene en detrimento y a contramano de lo que sucede a nivel mundial. Aunque históricamente muchas mujeres nos hemos destacado por nuestro aporte científico, y en algunos casos ello se vio reflejado también en los puestos de dirección de áreas y proyectos (CNEA tuvo entre 1987-89 a Emma Perez Ferreira y entre 2007 y 2016 a Norma Boero como presidentas), hoy la realidad marca números para alarmarnos.
Teniendo en cuenta que en el sector existen más de 70 cargos relevantes entre organismos, corporaciones y empresas, hoy la situación es crítica, ya que en los espacios y organismos del sector nuclear argentinos dependientes del Estado Nacional y algunos provinciales, solo uno de ellos es ocupado en la actualidad por una mujer. Se trata de la recientemente nombrada vicepresidenta segunda de la Autoridad Regulatoria Nuclear, Lic. Marina Di Giorgio (desde 2016 hasta 2020 la Lic. Ana Larcher ocupó el cargo de Vicepresidenta primera).
Por otro lado no hay cargos ocupados por mujeres en los primeros niveles de los directorios de Nucleoeléctrica Argentina, Dioxitek, Conuar, FAE, ni Ensi.
En Invap la provincia de Río Negro logró designar la semana pasada a la experimentada Soledad Diana Gonnet al cuerpo de cinco directores que tiene la empresa rionegrina conducida por un cuerpo colegiado de 7 miembros (presidente, vice, 4 directores más y un gerente general, todos varones). Así Gonnet sumará a las responsabilidades al frente de Agencia Río Negro Innova, un ente autárquico creado para consolidar a la provincia como un polo científico y tecnológico, la coordinación de proyectos hacia el territorio rionegrino.
CNEA, la peor de todas.
La CNEA es un caso a parte, por ser el organismo madre de todo el sector y el que más trayectoria tiene (este año se cumplirán 70 años desde su creación). La institución cuenta con un organigrama compuesto por 26 cargos de primer nivel, tal se deduce de su organigrama oficial. Sin embargo, y a pesar de que algunos funcionarios ocupan más de una gerencia, ninguno tiene a una mujer en su conducción; aunque la historia reciente del organismo sobran científicas y especialistas con sobradas credenciales para ello. Es así que el actual vicepresidente del organismo es a su vez gerente de Area de Medicina Nuclear, el Gerente General también lo es del Área Seguridad Nuclear y Ambiente, el gerente de Coordinación y Enlace es además de Planificación Coordinación y Control, y el presidente del organismo sigue a cargo del Proyecto Carem, además de asumir otras funciones específicas. Todas estas funciones en detrimento de nombrar mujeres y/o jóvenes para dirigir las mismas.
En los institutos se da la pelea.
El sector nuclear tiene desde hace más de 10 años, tres institutos de formación académica. El Dan Beninson, fue fundado, motorizado y es conducido por su actual decana la Dra. Carla Notari, una de las más reconocidas expertas y científicas del ámbito nuclear en la actualidad y con una gran experiencia en el área de combustibles.
Por su parte en el Balseiro por primera vez asumió una egresada como vicerectora. Se trata de la Ingeniera nuclear y Doctora en Ingeniería nuclear Graciela Bertolino, que tendrá la responsabilidad de coordinar las tres carreras de grado que dicta el Balseiro en ese área: Ingeniería Nuclear, Ingeniería Mecánica e Ingeniería en Telecomunicaciones. Asimismo, deberá coordinar la Especialización en Aplicaciones de la Tecnología Nuclear (CEATEN), la Maestría en Ingeniería, y los doctorados en Ingeniería Nuclear y Ciencias de la Ingeniería.
El instituto Sabato por su parte estuvo dirigido hasta el año pasado por la Dra. Ana María Monti. Doctora en Física de la Universidad Nacional de la Plata, ingresó al Departamento Materiales de la CNEA -que el mismo Jorge Sabato creó 20 años antes- en 1974 y dirigió el grupo Teoría de Defectos y Mecánica del Continuo de dicho departamento. Monti fue la decana que más tiempo condujo el instituto.
Aunque las científicas en el sector nuclear hicieron inumerables aportes tecnológicos, científicos y de gestión, aun hoy no son reconocidas como se debe, dando un paso atrás en la paridad y la igualdad de oportunidades, sobre el que deberemos seguir trabajando. La incorporación de un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad por parte del Gobierno, abra las puertas para seguir peleando por ello.