El ARSAT-2 será lanzado en septiembre

ARSAT_pruebasLa empresa estatal Invap anunció que completó la construcción del segundo satélite de telecomunicaciones argentino, el ARSAT-2. Tras superar el período de pruebas en Bariloche, será trasladado en el mes de agosto a Guyana Francesa para ser lanzado al espacio en septiembre.

Aunque la construcción y el armado del nuevo equipo ya se ha concluido, el hito que dará por concluida su finalización será la Revisión Previa al Embarque (PSR, por sus siglas en inglés), que tendrá lugar a fines de julio, cuando concluya el período de ensayos.

«El satélite ya ingresó en la campaña de pruebas intensivas que hacen en la empresa nacional CEATSA para testear la respuesta que da ante condiciones extremas como las del lanzamiento, puesta en órbita y la ‘pisada’ de las tres antenas y la dirección que tienen», anunció el secretario de Comunicaciones de la Nación, Norberto Berner.

Si bien no hay diferencias estructurales entre ARSAT-1 y ARSAT-2, cada satélite se diseña en función de la posición orbital desde la cual dará servicio: mientras que ARSAT-1 cubrió la posición 71,8 que sólo brinda servicio en el hemisferio sur –específicamente en Argentina–; ARSAT-2 ocupará la órbita 81, en la cual se puede dar servicio a todo el continente, con una cobertura que va desde Estados Unidos hasta la Antártida.

A su vez, este nuevo satélite también tiene una complejidad mayor en el tipo de servicios que brinda, ya que transmitirá en banda Ku (la frecuencia asignada a ARSAT-1 que transmite señales a todo el país) pero también en banda C, cuyo potencial permite una distribución de contenidos en toda Latinoamérica.

El proyecto de ARSAT-2 comenzó en 2011 y su misión completa –desde el diseño y la fabricación, hasta el lanzamiento, puesta en órbita y manejo- es argentina, lo que ubica a nuestro país en el selecto grupo de las no más de diez naciones con esta capacidad.

La empresa estatal ARSAT, dependiente del Ministerio de Planificación Federal, es quien está a cargo de todo el proyecto -en el que se invierten alrededor de 250 millones de dólares- hasta su puesta en órbita.